Medio millón de los asalariados españoles llevan menos de un año viviendo en su municipio de residencia. Aunque la movilidad geográfica sigue moviéndose en niveles relativamente bajos, los números demuestran que funciona. De hecho, el 15% de los ocupados en nuestro mercado laboral han hecho las maletas durante el último lustro. Es una de las conclusiones que se derivan de la última estadística de movilidad laboral y geográfica publicada por el Instituto Nacional de Estadística.
Obviamente, una parte muy importante del empleo se sigue encontrando cerca de la ciudad de nacimiento del trabajador. Se da la circunstancia de que el 32% de los ocupados no han cambiado de municipio de residencia desde su nacimiento, mientras que otro 39% de los ocupados no ha salido de su provincia natal.
Sin embargo, empiezan a observarse algunos cambios demográficos en los patrones de movilidad geográfica de los trabajadores. Por ejemplo, cerca de 250.000 trabajadores jóvenes (entre 16 y 34 años) han hecho las maletas a lo largo de 2018, mientras que otros 588.700 hicieron lo propio en los años 2015 y 2017. Por tanto, un 16% de los trabajadores jóvenes ha cambiado de residencia recientemente.
El menor arraigo de la población extranjera explica que sus movimientos sean más frecuentes. En el mercado de trabajo hay 2,3 millones de ocupados nacidos fuera de nuestras fronteras. De dicho porcentaje, un 8% ha cambiado de municipio de residencia durante el último año, cuadriplicando los datos de la población autóctona. Si miramos el periodo que va de 2015 a 2017, esos mismos porcentajes son del 19% y del 5%, respectivamente.
Parados "inmóviles"
Sin embargo, la movilidad de los parados presenta datos preocupantes. Solo el 4% ha cambiado de residencia durante el último año, pero además un 82% lleva al menos cinco años viviendo en la misma ciudad. Por comunidades autónomas, hay datos especialmente preocupantes como los de Extremadura y Andalucía, dos regiones que lideran las estadísticas de paro pero en las que nueve de cada diez desempleados llevan al menos cinco años residiendo en la misma población, lo que obviamente reduce significativamente sus perspectivas de empleo.
La edad importa en este indicador, puesto que la movilidad de los parados es del 6% entre quienes tienen de 16 a 34 años, pero baja al 3% para la población de entre 35 y 54 años y cae al 2% entre quienes tienen más de 55 años. También hay diferencias en cuanto a la población extranjera: un 87% de los parados españoles lleva viviendo al menos cinco años en su municipio actual de residencia, frente al 57% de los nacidos en el extranjero.