Podemos repite programa electoral. Sus propuestas son prácticamente las mismas, en un 95% de los casos, que las presentadas para el 28-A. Entre las medidas más radicales, insisten en elevar aún más el gravamen a las grandes fortunas y empresas. Para la formación morada, las grandes fortunas son las que superan el millón de euros y de ellas pretende recaudar un 1% del PIB. Para conseguirlo, Iglesias crearía un gravamen nuevo del 1% sobre el patrimonio.
El partido liderado por Pablo Iglesias también ha puesto el foco en la recesión que se aproxima asegurando "que no recortarán por abajo, sino beneficios por arriba". Para ello, y como novedad, han incluido medidas como la implementación de un impuesto sobre los beneficios de las grandes empresas por contaminar. También, habrá otro que aumente 10 puntos el tipo impositivo de las entidades financieras, con la finalidad de recuperar el rescate bancario.
Así, Podemos apuesta por imponer un tipo mínimo efectivo del 15% en el Impuesto de Sociedades para las grandes empresas, pero lo elevarían al 20% para la banca y las petroleras. La finalidad, según el partido neocomunista, es recuperar 60.000 millones de euros del rescate bancario.
Pero las subidas no solo van dirigidas a las empresas, también a los contribuyentes físicos. Podemos insiste en subir el tipo máximo del IRPF del 45% al 47% para las rentas que superen los 100.000 euros y aplicar un 55% para las que transciendan los 300.000 euros anuales.
Estas no son las únicas subidas tributarias. La formación morada elevaría el IVA a los productos de lujo en 4 puntos básicos, hasta el 25%, implantaría la tasa Tobin y la tasa Google, eliminaría la exención del IBI a la Iglesia y prohibiría el uso de sociedades pantalla para pagar menos por la vivienda.
El SMI
En cuanto a las ayudas, en Podemos apuestan por un ingreso básico garantizado de, al menos, 600 euros al mes y una ayuda mínima de 900 euros para las mujeres víctimas de violencia machista. Además, los podemitas quieren subir el salario mínimo interprofesional de 900 a 1.200 euros y una jornada laboral de 34 horas semanales, en lugar de las 40 actuales. También pretenden derogar la reforma laboral.