El cuadro fiscal español sigue deteriorándose. Aunque el objetivo de déficit para 2019 estaba fijado en el 1,3% del PIB, la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa supuso la modificación al alza de dicho umbral, fijado ahora en el 2% del PIB. Sin embargo, las previsiones de buena parte de los organismos independientes públicos y privados (Banco de España, AIREF, BBVA…) apuntan que la desviación final se terminará situando en el entorno del 2,4% del PIB, más de un punto por encima de lo planteado en 2018 por el Gobierno de Mariano Rajoy.
La ausencia de progreso en materia de consolidación presupuestaria resulta especialmente preocupante si tenemos en cuenta que el déficit público de 2018 se situó en el 2,5% del PIB, de modo que la desviación entre ingresos y gastos se ha mantenido prácticamente constante en 2019, sin apenas mejora.
¿Cómo es posible que el cuadro fiscal experimente un año sin mejoras? En esencia, la clave radica en que todo el aumento recaudatorio generado por el (menguante) crecimiento económico termina siendo "absorbido" por el repunte del gasto que se ha producido bajo el Gobierno socialista (alrededor de 13.000 millones de desembolsos adicionales en el primer semestre del año).
Más gasto público
Pero la situación en 2020 puede ser aún peor, si cabe. Según las previsiones que ha enviado el Gobierno socialista a la Comisión Europea, el gasto público va a aumentar con fuerza durante el próximo ejercicio, hasta el punto de que los desembolsos adicionales comunicados por Pedro Sánchez a Bruselas suponen casi 300 euros más por hogar.
Los principales compromisos de gasto anunciados por Sánchez son los siguientes:
- Aumento de la prestación por paternidad: 340 millones de euros.
- Ampliación del subsidio a parados de más de 52 años: 400 millones de euros.
- Incremento del 0,9% en las pensiones: 1.400 millones de euros.
- Subida salarial para los empleados públicos: 3.260 millones de euros.
Frente a estas medidas, el Gobierno de Pedro Sánchez no comunica ninguna medida recaudatoria. A las puertas de las elecciones generales del 10-N, desaparecen las menciones a propuestas incluidas en el fallido proyecto presupuestario de 2019 o en el programa electoral que presentó el PSOE en los comicios generales de abril. De modo que el aumento del gasto no se vería compensado con ningún avance recaudatorio, ahondando más aún en el deterioro del cumplimiento de las metas de déficit público para 2020, que de hecho ya fue revisado por el gobierno socialista, pasando del 1,1% al 1,7% del PIB.