De los salones del Congreso de los Diputados, en el territorio de Madrid Central, a un elegante y luminoso edificio de la Universidad Esade, en la zona norte de la capital, donde se planea la Operación Chamartín. Es el trayecto que Toni Roldán ha hecho en apenas tres meses, desde que el pasado 24 de junio desatase una crisis inédita en Ciudadanos tras abandonar todos sus cargos, su acta de diputado e, incluso su condición de militante.
Este viernes Roldán se estrenaba en su nuevo trabajo, la dirección del Centre for Economic Policy & Political Economy de Esade, desde donde tratará de impulsar las políticas que como diputado defendió, singularmente en los pactos que negoció con los dos grandes partidos: con el PSOE, en el frustrado "Acuerdo del Abrazo" de 2016 o con el PP, cuyos últimos Presupuestos Generales del Estado, de 2018, aún vigentes, apoyaron los de Albert Rivera.
Lo hará, según él mismo explicaba en una rueda de prensa en la que evitaba expresamente pronunciarse por cualquier cuestión estrictamente política o de actualidad, con varios colaboradores que representarán un arco "transversal pero sin extremistas" según fuentes de su entorno.
"He participado en dos acuerdos de gobierno" explicaba Roldán, para a continuación decir que "hay una gran parte de los programas que son comunes, por mucho que después haya mucha confrontación. Mi objetivo con este centro es tratar de conciliar los espacios en los que se puede avanzar, en los que realmente hay sinergias y hay transversalidad".
Un 80% de coincidencia
El economista formado en la London School of Economics de Londres, donde fue discípulo del líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, se atrevía incluso a cifrar en un 80% el grado de coincidencia entre socialistas, populares y naranjas. El día de su abandono, Roldán defendió sin ambages la necesidad de un pacto PSOE y Ciudadanos, que el 28 de abril sumaron 180 escaños, cuatro por encima de la mayoría absoluta.
Una coincidencia tripartita que, concretaba, se manifiestan en "las reformas en el mercado laboral, respecto a las mejoras en la Universidad, respecto a las mejoras en la Educación, respecto a la apuesta por la innovación y la tecnología, la reforma de las políticas activas" enumeraba, antes de clamar que "hay tantos temas en los que sí que ponemos ponernos de acuerdo y sabemos lo que hay que hacer, que vamos a centrarnos en trabajar en esos temas".
Ciudadanos logró que el PSOE aceptase una rebaja sustancial de los tipos de contrato aunque sin llegar el contrato único que propugnaba. El impulso al Complemento Salarial, una idea que Roldán fue reformando para hacerla depender finalmente de los fondos europeos, fue otra de las banderas de la oficina económica de Ciudadanos que dirigía junto a Garicano.
Mal preparados para una recesión y el riesgo de Italia
El nuevo think tank, que alberga Esade, el mismo centro donde el ex ministro socialista Javier Solana lidera otro centro de estudios, no elaborará paneles de previsiones, para centrarse, en cambio, en las reformas necesarias para España. Preguntado por los negros nubarrones que según varios observadores se ciernen sobre la economía española, Roldán se mostraba cauto, aunque advertía de la necesidad de "ser conscientes de que estamos muy mal preparados si viene una recesión, y que todo nos indica que las cosas van muy mal".
Aunque entre las variables a tener en cuenta apuntaba también las "políticas" mirando a un vecino del Mediterráneo. "En Italia ha cambiado el Gobierno, pero es muy frágil y Salvini [Matteo] tiene más de un 30% de apoyo" algo que no hace descartable, a su juicio, una "crisis de confianza en el euro" que pudiera disparar de nuevo la prima de riesgo y dificultar la financiación de España.
En síntesis, Roldán, ya sin una camiseta política concreta, se dedicará a "proponer políticas económicas pero, al mismo tiempo, pensar en la economía política, en cómo hacerlas realidad".