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Los 3 datos del INE que demuestran que las familias se están preparando para la crisis

En la letra pequeña de los datos del INE se observa el cambio de tendencia en las familias, que ya han empezado a dejar de gastar.

En la letra pequeña de los datos del INE se observa el cambio de tendencia en las familias, que ya han empezado a dejar de gastar.
El INE publica sus estadísticas esta semana | Alamy

Las familias españolas empiezan a hacer números. La incertidumbre que sobrevuela a una economía en plena fase de desaceleración se está trasladando al ciudadano de a pie, que mira con recelo al futuro, mientras intenta poner a salvo sus finanzas por si la situación empeora. Con el fantasma del estallido de la burbuja inmobiliaria todavía en la memoria, cualquier prevención es poca para no volver a cometer los mismos errores del pasado. Y todo apunta a que los hogares han aprendido la lección.

Las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta semana revelan tres pistas fundamentales de que la desconfianza de la población en la economía del país es cada vez mayor: suben los salarios, pero baja el consumo y aumenta el ahorro. Y es que el lugar hacia donde destinan su dinero los hogares es un fiel reflejo de sus expectativas sobre lo que está por venir. Por las precauciones que están tomando, se deduce que esas previsiones no son nada buenas.

Tampoco es para menos, ya que el INE no ha hecho otra cosa que confirmar el frenazo de la economía española. El PIB sólo logró crecer un 0,4% en el segundo trimestre, lo que supone una décima menos que en el trimestre anterior y, también, una décima menos de lo avanzado a finales de julio. En términos interanuales, el PIB avanzó un 2% en el segundo trimestre, dos décimas menos que en el primero. Como se ve en los siguientes gráficos, ambos datos son los peores avances desde 2014.

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Las familias dejan de gastar

Hasta ahí los datos principales. Pero es en la letra pequeña donde se observa el cambio de tendencia en el comportamiento de las familias, que ya han empezado a dejar de gastar. Junto con la inversión, el consumo es una de las principales partidas de la demanda nacional, que ha sido el principal motor de crecimiento del PIB desde hace unos años, pero ahora, ha dejado del tirar de nuestra economía. El motivo es el frenazo que ha sufrido el consumo final de los hogares españoles. En concreto, este epígrafe sólo crece un 0,6% inteanual, cinco décimas menos que en el trimestre pasado. Como se observa en la tabla, quienes no tienen reparos en gastar son las administraciones públicas, cuyo consumo final sube un 2,2%, un incremento similar al del trimestre precedente.

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La tabla también refleja la menor confianza de las empresas en la economía española por el lado de la inversión. Tanto es así, que la inversión en activos fijos materiales creció a una tasa interanual del 1%, lo que supone 4,8 puntos menos que en el trimestre precedente. Por componentes, la inversión en viviendas cayó 1,3 puntos, pasando del 4,2% al 2,9%. Además, la inversión en maquinaria y bienes de equipo, prueba de las pocas previsiones que tienen los negocios de que se produzcan futuros aumentos de demanda de los servicios que ofrecen, se desplomó 10,2 puntos, al presentar una tasa de variación interanual del –2,2%, frente al 8% del trimestre anterior.

Por tanto, esta vez la demanda interna apenas aporta 1 punto al crecimiento del PIB, nueve décimas menos que en el primer trimestre y muy lejos de los 3,1 puntos que aportaba en el mismo periodo del año 2018. Es gracias a la demanda externa, por lo que la economía española logra salvar los muebles. En concreto, las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 2,2% respecto al segundo trimestre de 2018, lo que supone 1,9 puntos más que en el trimestre anterior, y las importaciones disminuyeron un 0,7% respecto al mismo trimestre del año anterior, tres décimas más que en el primer trimestre. Eso sí, debido a la guerra comercial, al Brexit y a la cantidad de incertidumbres que amenazan a los países del extranjero, puede que ahora no sea el mejor momento para que las ventas al exterior sea lo que impulse a nuestro país, ya que es probable que no aguanten mucho tiempo.

Los salarios se refugian en el ahorro

Volviendo a las familias. Con otro de los datos del INE se intuye que los hogares le han dado la espalda al consumo más por una cuestión de inquietud, ante el panorama económico que se avecina, que porque la situación de los españoles haya empeorado. De hecho, es todo lo contrario, ya que las rentas han mejorado, según esta última estadística.

En concreto, la remuneración de los asalariados presentó un crecimiento interanual del 5,2% en el segundo trimestre, dos décimas superior al trimestre anterior. Este resultado es consecuencia del aumento del 2,7% del número de asalariados, cuatro décimas inferior al del trimestre precedente, pero combinado con una variación de la remuneración media por asalariado de un 2,4%, frente al 1,9% del primer trimestre.

Y si los hogares gastan menos a pesar de ganar más, ¿qué hacen con su dinero? La respuesta es sencilla: prefieren ahorrarlo. La tercera pista del INE está en el colchón que se están preparando los españoles por si vienen mal dadas. Así, la tasa de ahorro de los hogares fue del 19,3% de su renta disponible en el segundo trimestre, frente al 16,3% del mismo trimestre del año anterior, lo que supone su valor más alto en diez años. A diferencia de los políticos, parece que los particulares ya están fraguando su Plan B para imprevistos económicos. Ahora habrá que ver si se prolonga en el tiempo o si se trata de algo puntual.

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