La situación económica en nuestro país es cada día más incierta y la desaceleración no la discute ya ni el Gobierno, por mucho que diga que es leve o que la califique simplemente de "enfriamiento". Como ya sucedió en 2008, ante los nubarrones que se avecinan, el sector privado se prepara para soportar los chaparrones, ventiscas, granizos y nevadas –mientras el sector público piensa en subir salarios mínimos, disparar el gasto y freír a impuestos a empresas y ciudadanos–.
Uno de los mejores ejemplos es el de Telefónica que hoy ha anunciado la firma del convenio colectivo con UGT y CCOO para "dotar a la compañía de un marco de estabilidad para" sus más de 20.000 empleados. De este modo, Telefónica, ajusta el marco de sus relaciones laborales y adelgaza su estructura mediante un nuevo plan de bajas que afectará a unos 4.500 empleados.
Se ha firmado con los sindicatos en forma de anexo al Convenio Colectivo y como "Plan de Suspensión Individual". Es "voluntario, universal y no discriminatorio", según la compañía y afectará a todos los trabajadores que cumplan 53 o más años en 2019 y tengan una antigüedad superior a 15 años en la empresa.
Los que decidan acogerse a este plan recibirán un 68% del salario regulador hasta la edad de 65 años, mantendrán el seguro médico y la empresa abonará el Convenio Especial con la Seguridad Social.
De esta manera Telefónica adelgaza el peso de su plantilla, que no el tamaño, ya que en el Convenio Colectivo se compromete a incorporar dos nuevos empleos por cada persona que se retire por jubilación forzosa. De ellos, al menos la mitad estarán destinados a personas menores de 35 años. Este talento provendrá tanto de formación universitaria como de Formación Profesional.
Digitalización, subida salarial y conciliación
Con una vigencia de tres años, hasta el 31 de diciembre de 2021 (con posibilidad de prórroga por un año más), el convenio establece una revisión salarial de un 1,5% anual, que garantiza la mejora de las retribuciones. Entre las mejoras que incluye el Convenio, figura un plus anual de 300 euros en 2020 y 2021, de los cuales son consolidables 150 euros cada uno de los años.
Además, se contempla una política de formación que ocupará buena parte de la nueva estrategia de empleado de la compañía que quiere dotar a las personas de nuevas habilidades tecnológicas que les hagan ser más versátiles y les doten de una mayor capacidad de adaptación. Se prevé que más de 6.000 personas participen en estos programas llamados "de reskilling".
Otro de los puntos fuertes del convenio es el de la adopción de medidas de conciliación de la vida laboral y personal, con la adquisición del derecho a la desconexión digital y a la implantación de nuevas formas de trabajo como el flex-work. Otro de los planes que pondrán en marcha es el de igualdad que implica garantizar las mismas oportunidades de acceso a la formación, al empleo y a la promoción a las mujeres y a los hombres.
El texto incluye una política para atraer nuevo talento y empleo joven mediante el programa de becas Talentum, entre otros, y, de esta manera, incorporar nuevos perfiles acordes con las nuevas necesidades profesionales.
Con la firma de este convenio, Telefónica España quiere proporcionar estabilidad y certidumbre a los más de 21.000 trabajadores de Telefónica España, Telefónica Móviles España y Telefónica Soluciones de Informática y Comunicaciones, consolidándose como referencia del sector.