Endesa ha decidido acelerar el cierre de sus centrales de carbón de As Pontes (La Coruña) y Litoral (Almería), las dos únicas del grupo salvadas de la obligación de clausurar a mediados de 2020, empujada por las actuales condiciones de mercado, que ha llevado a que estas plantas "no resulten competitivas".
En un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la energética indicó que su consejo de administración ha aprobado "promover la discontinuidad de la producción de sus centrales térmicas de carbón en la Península, de conformidad con los trámites y procedimientos legalmente establecidos, y evaluar opciones de futuro en dichos emplazamientos".
Asimismo, Endesa señaló que el valor neto contable, a fecha de hoy, del conjunto de centrales térmicas de carbón peninsular asciende a unos 1.300 millones de euros, incluyendo el importe estimado de la provisión para el desmantelamiento de estas centrales, cifra máxima a la que podría alcanzar el deterioro a registrar por el cierre de las plantas, aunque subrayó que no tendrá impacto en su política de dividendos.
A finales del año pasado, el grupo dirigido por José Bogas ya presentó la solicitud formal de cierre para sus centrales de carbón de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), tras decidir no abordar las inversiones necesarias para que estas plantas cumplieran con los nuevos límites de emisiones establecidos por la Unión Europea que entrarán en vigor el 30 de junio de 2020.
En su plan estratégico 2018-2021, Endesa ya dejó claro que no afrontaría estas inversiones para estas dos plantas, aunque sí que incluía las inversiones necesarias para adaptar la central de As Pontes a esos límites de emisiones, al igual que ya hizo en la de Litoral.
Fuentes de Endesa declinaron confirmar que esta decisión de parada de las centrales por las condiciones de mercado suponga anunciar el cierre para ellas. No obstante, está claro que se acelerará en bastantes años el plan de descarbonización de la energética respecto a la hoja de ruta inicial, que no estimaba la clausura de As Pontes y Litoral antes de 2030.
El cambio de escenario a lo largo de este 2019, con una profunda modificación en las condiciones de mercado que afectan a las centrales térmicas de carbón, derivado fundamentalmente de la escalada en los precios de los derechos de CO2, que cotizan más de un 50% más caros que el ejercicio pasado, así como de un abaratamiento del precio internacional de las commodities, han desplazado a estas plantas, con un mayor volumen de emisiones, en favor de otras tecnologías.
De hecho, estos factores han expulsado prácticamente del sistema a las centrales de carbón, cuya producción se ha desplomado en lo que va de año a niveles mínimos, en favor, principalmente, de la producción con gas.
"Esta situación estructural ha determinado que las centrales térmicas peninsulares de carbón no resulten competitivas, y por tanto su funcionamiento no resulte previsible en el mercado de generación eléctrico en el futuro", señaló Endesa.