La compañía Thomas Cook dice adiós a 178 años de vida, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que la edad media de las empresas es de 15 años. En sus inicios, la empresa se dedicaba a la gestión de viajes cortos en tren. Sin embargo, poco a poco fue ganando importancia hasta convertirse en el segundo turoperador global, tener 22.000 empleados y 600.000 clientes en todo el mundo. Ahora, Thomas Cook ha cerrado sus puertas tras declararse en bancarrota.
Thomas Cook pasará a la historia por ser la primera persona en organizar un viaje. Fue en 1841 cuando el inglés decidió fletar un tren para un grupo de personas que iba a un congreso contra el alcohol. El recorrido era de 19 kilómetros, la distancia que separa Leicester de Loughborough. El precio del viaje equivalía a 1 chelín, que son unos 12 peniques.
Aunque esta primera aventura empresarial no le reportó grandes beneficios, Cook vio un gran potencial en lo que estaba haciendo, y fundó la primera agencia de viajes del mundo: Thomas Cook and son. Al principio se trataba de viajes cortos en tren y poco a poco fue extendiendo sus pretensiones. Así, en 1855, 14 años después de ese primer viaje, decidió cruzar el Canal de la Mancha para crear viajes a París. Después, llegaron los viajes a Asia, a Oriente y a los Estados Unidos. Se puede decir que Cook puso la primera piedra de lo que es el turismo de ocio actual.
Ya en el siglo XX, y con el fundador fallecido, sus nietos vendieron la empresa a los propietarios del Orient Express, aunque durante la Segunda Guerra Mundial el Gobierno británico nacionalizó la empresa. Después del conflicto bélico, la compañía por entonces estatal comenzó a ofrecer paquetes vacacionales al extranjero. Así mantuvo su negocio hasta los años 70, cuando la empresa se privatizó de nuevo.
En 1992, Thomas Cook fue adquirida por el banco Westdeutsche Landesbank, que la tuvo en su poder hasta que en 2001 la vendió a C&N Touristic AG. Ocho años después, en 2007, se fusionó con MyTravel, una unión que ha perdurado hasta ahora.