Mes a mes, la Agencia Tributaria informa de la evolución de los ingresos fiscales. Estos boletines sirven, por ejemplo, para anticipar la evolución del déficit público, puesto que ofrecen información fehaciente del ritmo que sigue la recaudación tributaria. Pero, este verano, los datos publicados por Hacienda incluyen una sorpresa.
Por lo general, la campaña de la renta distorsiona las cifras estivales, dado que las devoluciones reducen el volumen total de caudales que llega a las arcas públicas. De hecho, la estimación oficial de la Agencia Tributaria apunta que el fisco tenía previsto proceder al reembolso neto de aproximadamente 300 millones de euros.
No obstante, los datos que arroja la campaña de la renta se han situado muy lejos de dicha proyección, hasta el punto de que, en vez de producirse una pérdida neta de ingresos, Hacienda ha visto aumentar sus ingresos por un monto cercano a los 1.100 millones de euros. Se trata de la cifra más alta de la serie desde 1995.
El saldo de la campaña de la renta tiende a ser negativo para la Agencia Tributaria. Esta norma solo se ha roto tres veces en los últimos quince años. En 2007, el cierre de las declaraciones correspondientes a 2006 arrojó un saldo de 454 millones, en beneficio de los contribuyentes. Ocurrió lo mismo en 2017, cuando las liquidaciones de 2016 dejaron un ingreso neto de 365 millones para Hacienda. Por último, los datos del pasado verano, que obedecen a las declaraciones de la renta de 2018, han sorprendido con un aumento neto de los ingresos de Hacienda de 1.100 millones.
Si se expresan estos porcentajes en términos porcentuales, lo ocurrido con la campaña de la renta resulta aún más llamativo. La estimación era negativa en un 2,1%, pero la subida observada hasta julio apunta a un repunte del 15,6%, si bien parte de estos ingresos se harán efectivos en noviembre, puesto que numerosos contribuyentes fraccionan sus pagos a Hacienda por motivos de liquidez.
Los datos de la campaña de la renta ayudarán a que el gobierno mejore su desempeño fiscal, pero su impacto será moderado. Como las cuentas oficiales apuntaban a una caída de 300 millones en los ingresos, el repunte de 1.100 millones habilita un "vuelco" favorable de 1.400 millones. Sin embargo, el déficit registrado en 2018 fue de casi 30.000 millones, de modo que serán necesarios muchos más ajustes para cumplir los compromisos de estabilidad presupuestaria suscritos con Bruselas.
Recaudación récord
La recaudación del IRPF ha alcanzado niveles históricos en los últimos años. Tras subir de 48.000 a 73.000 millones de euros entre 2004 y 2007, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la explosión del paro hicieron que esta rúbrica bajase a 64.000 millones en el año 2009. No obstante, la evolución observada desde entonces ha sido muy favorable para los intereses de Hacienda.
De hecho, los 83.000 millones de euros conseguidos en 2018 según los informes preliminares de la Agencia Tributaria constituyen el máximo nivel de recaudación de toda la serie histórica, muy por encima de los 73.000 millones de 2007 pese a que el nivel de paro sigue por encima del 14%, frente al 8% que se registraba entonces.