Las futuras viviendas que se construyan en el País Vasco deberán cumplir con las exigencias de "perspectiva de género" en la arquitectura de sus pisos. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu asesorado por los promotores de la Consejería de Vivienda gestionada por el socialista, Iñaki Arriola, pretende que no se discrimine a la mujer dentro del hogar. Para ello se les ha ocurrido ampliar la cocina ya que consideran que suponen "una amenaza para la convivencia y un riesgo para las mujeres", según recoge el diario El Independiente.
El gobierno vasco cree que existen espacios jerarquizados dentro de las viviendas. Como solución idónea ha optado en la lista de exigencias del decreto, evitar espacios que aíslen o "puntos negros" en los bloques y que perjudiquen a la mujer. Según la tesis que plantean los promotores, los hombres no acceden a la cocina y a las tareas domésticas porque la cocina es minúscula y tienen la excusa de que no caben.
Desaparece el dormitorio principal
Lo mismo sucede con otras habitaciones y para los arquitectos, el dormitorio principal también supone un problema por ser el más grande de la casa y estar basado en el diseño de épocas pasadas.
Según el decreto vasco, en el pliego de condiciones que recoge estos "criterios de género" se encuentra la ampliación de otras habitaciones. El hecho de que la emancipación de los vascos sea a partir de los 30 años como norma general les indica que en las casas del futuro los espacios destinados a los hijos deberán ser iguales o mayores en metros cuadrados que el dormitorio de los padres, según indican los redactores del pliego. Por lo tanto, esto implicaría la desaparición del dormitorio principal ya que todos tendrían el mismo tamaño de cumplir con las condiciones del documento.
Favorecer la convivencia
Entre las ocurrencias del documento que prepara la Consejería de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda gestionada por el PSE, se estima que estas nuevas "obligaciones de género" tienen un objetivo claro: favorecer a la mujer en la convivencia de la pareja.
Por otro lado, tampoco se permitirá la edificación de pisos de 35 metros cuadrados y la distribución que a partir de ahora presenten los inmuebles futuros tendrán que cumplir esta primera norma autonómica de habitabilidad con perspectiva de género del País Vasco. Por cada nueva habitación el piso tendrá que tener al menos 12 metros cuadrados útiles más. Así, una vivienda con dos habitaciones tendrá que tener 47 metros cuadrados mínimo. En el caso de los pisos con tres habitaciones deberán ser de 59 metros cuadrados útiles la dimensión mínima para una vivienda de tres estancias.