En la última semana de agosto, Barcelona arrancó un proyecto que no ha dejado a nadie indiferente. La Ciudad Condal comenzó a instalar contenedores de barco para servir de viviendas a las familias vulnerables. Los barracones están situados en la calle Nou de Sant Francesc, a menos de 5 minutos a pie de La Rambla.
En total, el consistorio ha instalado 12 contenedores para personas desalojadas de su vecindario, que supuestamente han tenido que dejar sus casas por la gentrificación. Hay ocho alojamientos de 30 metros cuadrados y cuatro de 60 metros cuadrados.
Estos contenedores son depósitos de 12,2 metros de largo, 2,5 de ancho y 2,9 de alto que se usaban para el transporte marítimo. Los responsables del proyecto de alojamientos de proximidad provisionales y también cercanos (Aprop) han sido los encargados de adaptar estos barracones para convertirlos en viviendas con paredes, puertas, baño y cocina. En total, el proyecto se ha presupuestado en 940.000 euros.
Después de la instalación de estos contenedores, la prensa internacional se ha hecho eco. El diario progresista The Guardian ha cargado con dureza contra la idea de Ada Colau. "¿Latas de sardinas para pobres?", se pregunta en el titular el periódico inglés.
Sin embargo, "a pesar de la rapidez de la construcción, los pisos no ofrecen una buena relación calidad-precio: Si están produciendo 12 pisos de, digamos, una media de 45 metros cuadrados por 940.000 euros, eso no es tan barato. Con ese dinero podrías construir algo nuevo, y algo que estaría muy bien. Esto suena caro para una vivienda temporal", señala el periódico.
De igual manera, The Guardian critica que solo el 1,5% de las viviendas de Barcelona son públicas, frente al 28% de Berlín. Además, carga contra Colau por dedicar solo el 0,05% del PIB de Barcelona para tratar estos problemas de vivienda.
El proyecto, por su parte, está pensado para que se retire dentro de cinco años. Es decir, esa inversión de 940.000 euros podría durar solo un lustro. Eso sí, las fuentes consultadas por el diario británicos aseguran que si los contenedores cumplen con la normativa podrían estar allí durante mucho más tiempo.
Finalmente, la cabecera inglesa recuerda proyectos similares en Holanda o uno planteado en Londres, que no se llevó a cabo. Destaca que las condiciones de aislamiento de estos pisos en barracones no son buenos, ya que hace mucho calor en verano y demasiado frío en invierno por los materiales de los que están hechos.