La fiscal Carmen Launa, que ha presentado este lunes su informe final en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, ha dicho que el ministerio público apreció "defectos" en la labor supervisora del Banco de España, si bien la responsabilidad de las irregularidades recae sobre los administradores de la entidad.
Todos los acusados, ha relatado la fiscal, se han justificado a lo largo del juicio apelando al respaldo del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a lo cual han respondido ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal responsables de ambos organismos.
Para la Fiscalía Anticorrupción, "quizás el supervisor hubiera tenido que requerir mayores comprobaciones y estudios" de los informes y datos que recibía de la entidad financiera, pero la elaboración y responsabilidad de dichos datos recae sobre los administradores.
No obstante, la información de la que disponía el Banco de España, "de forma indirecta y semioculta", no implica la existencia de avales por parte del organismo al hecho de que Bankia saliera a Bolsa con cuentas falsas, de ahí que únicamente proceda el reproche penal a los acusados.
Tampoco cabe atribuir responsabilidad alguna a la CNMV, ente que "en principio no podía conocer ni corroborar los estados financieros incorporados al folleto", y que, según la fiscal, "exigió más allá de lo exigible, de hecho, porque pidió que figuraran las cuentas de las siete cajas".
Por ello, la Fiscalía considera acreditado que el supervisor bursátil "cumplió con sus funciones de transparencia, pues no era su labor comprobar la exactitud contable".
Muchos de los responsables de ambos organismos fueron considerados investigados en la fase de instrucción, situación que fue posteriormente sobreseída por el juez instructor, Fernando Andreu, lo que confirmó más tarde la propia sala de lo Penal.
Ello se debió a la "irrelevancia penal", ya que las actuaciones, ha reiterado Launa, eran exclusiva competencia de los administradores.