La ausencia de instrumentos atractivos que faciliten la inversión privada en programas de eficiencia energética está frenando el desarrollo de un mercado cuyo alcance potencial durante la próxima década ronda los 40.000 millones de euros. Así se desprende de un informe presentado esta semana por Greenward Partners, empresa especializada en activación de capital ecológico.
El principal problema con el que lidia España es la antigüedad de su parque de viviendas. El 55% fueron desarrolladas antes de 1980, de modo que buena parte de los domicilios de nuestro país superan los cuarenta años de antigüedad. Esto se traduce en niveles muy reducidos de eficiencia energética, lo que a su vez aumenta las emisiones de CO2 e invita a los políticos a tomar medidas restrictivas como, por ejemplo, la subida de los impuestos especiales, el cobro de peaje en las autovías o la prohibición de circular por el centro de las ciudades.
España no puede desmarcarse de los objetivos de reducción de las emisiones de CO2, puesto que sus compromisos con Bruselas obligan a nuestro país a certificar un descenso sostenido en dichos indicadores, con 2030 como año de referencia. Para alcanzar las metas fijadas por la UE, España deberá mejorar un 33% sus niveles de eficiencia energética.
Para aterrizar lo que puede suponer una mejora en este campo, Greenward Partners plantea como caso de estudio la renovación acometida hace diez años en el Empire State de Nueva York. El rascacielos, que tiene una superficie equivalente a la mitad del barrio de Salamanca, fue sometido a un proceso de modernización que supuso 20 millones de dólares de inversión inicial, pero afloró ahorros anuales de casi 4,5 millones de dólares.
No solo eso: la actuación realizada en el Empire State consiguió una reducción de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero equivalente a sacar 20.000 vehículos de las carreteras. Se trata, pues, de una fórmula que permite que el sector privado ahorre dinero a medio y largo plazo, pero también de una apuesta que ayuda a lograr los objetivos medioambientales sin imponer restricciones significativas en la producción económica o el estilo de vida de los ciudadanos.
Desde esta empresa piden al Gobierno de España que ayude a facilitar este tipo de inversiones con un marco que favorezca los llamados Préstamos para la Activación de Capital Ecológico en Edificios (e-PACE). Dichos préstamos se negocian a 20-25 años, de modo que aseguran a los propietarios de los inmuebles la capacidad de recuperar la inversión realizada a través del ahorro que genera la eficiencia energética.
Se trata, pues, de que la Administración regule y facilite este tipo de soluciones financieras para la inversión en techos y baterías solares, sistemas modernos de calefacción o aire acondicionado, mejoras en la tecnología de iluminación… Según datos de la CEOE, la propuesta puede contribuir a genera 135.000 empleos, partiendo de que cada año se movilizasen 250.000 proyectos de renovación de viviendas, a razón de 20.000 euros por reforma.