El poli malo, Quim Torra, llama a los ciudadanos de Cataluña a desobedecer, anuncia que no acatará la sentencia del Tribunal Supremo por el golpe de Estado separatista y anuncia tiempos de "confrontación". Por su parte, el poli bueno, el vicepresidente de la Generalidad y segundo de Oriol Junqueras en ERC, Pere Aragonés, amenaza con llevar al Gobierno a los tribunales si no le transfiere de inmediato unos 1.300 millones de euros, 874 que dice que se le deben a la Generalidad por los adelantos del modelo de financiación correspondientes a este año y otros cuatrocientos que atribuye a la liquidación del IVA de 2017.
Así es que mientras Torra anuncia un nuevo choque de trenes, ERC, la que se considera versión dulcificada del separatismo y quiere facilitar la investidura de Pedro Sánchez, anuncia un pleito con el Gobierno ante unos tribunales que el independentismo se niega a reconocer. Aragonés pretende de esta manera justificar el recorte del 6% que se ha visto obligado a realizar por falta de liquidez en los presupuestos prorrogados desde 2017. El hecho de que los recortes puedan afectar por primera vez a TV3 ha causado una profunda conmoción mediática. Desde la televisión autonómica se asegura que está en riesgo el "modelo" de comunicación catalán mientras que Junts per Catalunya (JxCat) y la CUP cargan contra la gestión económica de Aragonès.
El vicepresidente del gobierno regional se ha visto obligado a comparecer este miércoles en la comisión de economía del parlamento autonómico, donde ha responsabilizado al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez de la delicada situación financiera de la Generalidad, que tras haber recortado en gastos sociales, se podría ver obligada en breve a tocar elementos como la proyección internacional del proceso, la expansión en embajadas o los contratos con las productoras audiovisuales de Jaume Roures, Toni Soler y Andreu Buenafuente.