La legislatura que está a punto de concluir parecía prometedora para Argentina. Soplaban vientos de cambio político en la región y Mauricio Macri llegaba a la Presidencia con la promesa de revertir el declive económico de la era Kirchner. Sin embargo, el mandatario de centro-derecha optó por introducir reformas con timidez, siguiendo una estrategia de "gradualismo" que terminó por alienar a propios y extraños.
El analista Juan Carlos Hidalgo, del Instituto Cato, ha recopilado cuatro gráficos que ponen de manifiesto el fiasco de dicha apuesta. El primero tiene que ver con la tasa de pobreza del país suramericano. Bajo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el porcentaje de argentinos que vivía por debajo del umbral de la pobreza pasó del 24% al 32%. Macri no ha logrado reducir dicho ratio y, de hecho, despidió 2018 con dicho porcentaje en niveles del 33%, un punto por encima que su predecesora. Se ha contenido la espiral al alza de la pobreza, pero ahí acaban las buenas noticias.
La inflación era, probablemente, el principal reto que enfrentaba Macri. Bajo el último mandato de Kirchner, el aumento anual de los precios dio un enorme salto, pasando de un 22% que ya resultaba inaceptable a un gravísimo 40%. Macri no consiguió tumbar dicha escalada de precios y, de acuerdo con las previsiones para 2019, el presente curso terminará de nuevo con una tasa de inflación cercana al 40%.
La deuda pública no solo no se ha reducido, sino que se ha disparado en los últimos años. Hidalgo recoge datos del Observatorio Fiscal Federal que muestran cómo el ratio deuda/PIB saltó del 40% al 55% en el último mandato de Kirchner, para llegar al 75% durante el año 2018. Ante semejante desbarajuste, el FMI ha terminado "rescatando" la deuda argentina con un plan de ayuda valorado en 57.000 millones de dólares. ¿Y qué hay del gasto público? Kirchner lo disparó del 35% al 47% del PIB… y Macri lo ha mantenido constante en dicho nivel.
Quizá la mejor prueba de la debacle es el deterioro del tipo de cambio dólar/peso. La falta de confianza ha hecho que el poder de compra de la divisa argentina se desplome: si en 2015 hacían falta 15 pesos para comprar 1 dólar, hoy el ratio se acerca a una relación de 55/1.