El buen ritmo de crecimiento económico experimentado por España en los últimos años ha permitido que las arcas públicas se beneficien de una notable subida de la recaudación. Sin necesidad de introducir grandes cambios en materia de impuestos, los ingresos tributarios se han disparado de 175.000 a 195.000 millones de euros.
Tomando como referencia el periodo que va de enero de 2015 a junio de 2018, las cifras de recaudación de la Agencia Tributaria muestran que el ritmo medio de aumento de los ingresos fiscales fue del 4%. De hecho, a lo largo del año pasado, la caja de la Agencia Tributaria experimentó una mejora del 5,4% en sus ingresos totales.
Esta tendencia al alza parece haberse mantenido en lo que va de 2019. Así lo certifica el último Informe de Recaudación Tributaria, que presenta los datos correspondientes al primer semestre del año. A primera vista, el resultado para enero-junio parecería preocupante, puesto que apunta a un magro crecimiento del 0,8%. Sin embargo, es preciso ajustar los datos para tener en cuenta los cambios normativos, el impacto de las devoluciones y otros factores.
Una vez se realiza dicha corrección, encontramos que los ingresos en términos homogéneos acumulan un crecimiento del 3,9%. Por tanto, aunque se produce una cierta moderación respecto al resultado del año pasado o el promedio de los tres años anteriores, lo cierto es que la Agencia Tributaria se está beneficiando de una subida importante de los ingresos.
El gasto aumenta
Sin embargo, las buenas noticias por el lado de los ingresos no son suficientes para embridar el abultado déficit fiscal que arrastra España desde hace años. No hay que olvidar que, con los números del primer cuatrimestre encima de la mesa, el déficit de las Administraciones Públicas fue un 20% mayor que en 2018.
Como ya explicó este diario, la subida recaudatoria tiende al 4%, pero el crecimiento del gasto se acerca al 5%. Por tanto, lejos de producirse una caída del desajuste presupuestario, lo que ocurre es que el diferencial entre ingresos y gastos va a más, pasando de 6.000 millones en el primer cuatrimestre de 2018 a 7.500 millones entre enero y abril de 2019.