A finales de 2018, la ciudad de Nueva York aprobó un salario mínimo de 15 dólares por hora trabajada -13,4 euros- y los efectos de la subida han comenzado a notarse. Según The Wall Street Journal, los empresarios neoyorquinos están teniendo que recortar sus plantillas para poder cumplir con la nueva normativa. Thomas Grech, presidente de la Cámara de Comercio de Queens, aseguró que las empresas pequeñas han tenido que hacer cambios drásticos. "Están recortado personal, están reduciendo las horas y están cerrando", aseguró.
Donde más se está notando esta subida del salario mínimo es en el sector de la hostelería, que trabaja con márgenes de beneficio más ajustados. El personal de este sector cobra un salario inferior al mínimo reglamentario, pero a éste se le suman las propinas de los clientes. Esto supone que en muchas ocasiones superen el salario mínimo con creces, pero el problema es que, si la suma de las propinas y el salario es inferior a 15 dólares por hora, los empresarios tendrán que asumir la subida.
Un estudio reciente de New York Hospitalit Alliance asegura que el 75% de los establecimientos planea reducir las horas que trabajan sus camareros. Pero, además, el 47% comenta que se verá obligado a tener que despedir a parte de su plantilla para poder hacer frente a la subida del salario mínimo. En el mismo estudio también se señala que el 87% de los bares y restaurantes neoyorquinos subirán los precios para poder compensar la normativa.
Las propinas, a debate
Lo cierto es que el modo en el que se fija el salario de los camareros en Estados Unidos es un tema polémico. La norma general es que los establecimientos paguen un salario base, que suele ser bajo, y que se complementa con las propinas de los clientes, ya que es prácticamente obligatorio dejar propina en todos los bares y restaurantes de entre un 15% y un 20% de la factura. Es decir, que si por una comida se pagan 100 euros, habría que dejar entre 15 y 20 euros de propina para el camarero que haya atendido la mesa.
Sin embargo, desde algunos colectivos están presionando para hacer que el salario sea fijo y que no fluctúe, haciendo que sea el propio empresario el que asuma el coste total. Actualmente, el salario base es de 3,3 dólares y a eso se van añadiendo todas las propinas.
Los partidarios de abolir el sistema de propinas lanzaron la Iniciativa 77, que ya ha sido aprobada en California, Oregón, Washington, Alaska, Nevada, Montana y Minnesota. El Sindicato Nacional de Restaurantes ha sido el gran promotor de esta iniciativa porque consideran que las empresas no complementan el salario de los camareros si estos no llegan al mínimo de propinas y, además, añaden que genera discriminación y que las mujeres están más expuestas a sufrir acoso.