Polonia ha decidido eliminar el impuesto sobre la renta para los jóvenes menores de 26 años que ganen menos de 22.000 euros al año. La medida está creada para conseguir retener el talento y revertir la fuga de cerebros que sufre el país, además del declive demográfico en el que está sumergida Europa. La ley ya ha sido aprobada por el Parlamento polaco y comenzará a ser efectiva en los próximos meses para conseguir lo antes posible los objetivos marcados por el Gobierno.
El impuesto sobre la renta para los jóvenes menores de 26 años y con ingresos inferiores a los 22.000 euros anuales era, hasta ahora, del 18%. Con la nueva normativa, dos millones de jóvenes polacos se verán beneficiados fiscalmente gracias a esta nueva exención. Pero Polonia no se conforma solo con esto y confía en que los jóvenes que se marcharon del país regresen por la nueva norma fiscal más atractiva.
Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, ha asegurado que con esta normativa se evitarán "más pérdidas, un desangramiento demográfico que es particularmente doloroso para un país, una sociedad, cuando se trata de la generación joven". Sin embargo, en el país sigue habiendo serias dudas sobre si la ley será efectiva y conseguirá retener el talento de los jóvenes polacos, que en su mayoría prefieren mudarse a Londres o Berlín debido a los altos salarios que allí se les ofrece.
"No creo que evite que yo y más gente como yo nos vayamos", dice Paulina Rokicka, de 19 años, que trabaja tiempo parcial en una televisión en Varsovia. "Me parece que vamos a tener que irnos de todos modos porque en el extranjero hay mejores oportunidades que en Polonia".
Esta medida fiscal se presentó como parte del programa de gobierno durante el pasado otoño. Pero la exención fiscal a los jóvenes es solo una parte de un paquete integral de beneficios sociales que el Ejecutivo pretende aprobar para retener el talento y evitar la fuga de cerebros. Entre esas medidas, se encuentran las nuevas subvenciones para familias con niños y el pago único anual para jubilados.
Lo cierto es que desde el año 2004, 1,5 millones de polacos (Polonia tiene 38,4 millones de habitantes) han emigrado hacia otros países de la Unión Europea, aunque otros datos menos optimistas elevan la cifra hasta los dos millones.