La gestión privada llegará a la Alta Velocidad Española a finales de 2020. Adif, la sociedad pública que gestiona la red ferroviaria estatal, ha puesto en marcha el proceso que servirá para que las empresas puedan prestar el servicio de transporte de pasajeros en régimen de competencia con el operador público Renfe.
De acuerdo con el documento que ha presentado Adif, el proceso que se acaba de abrir concluirá el 31 de octubre, fecha límite para que las empresas interesadas presenten sus candidaturas. De momento, es conocido el interés de diversas firmas involucradas directa o indirectamente con el ámbito del transporte.
A la espera de conocer las ofertas finales, se conoce ya el interés de empresas españolas como Acciona y Globalia. Otra firma que está vigilando el proceso es la británica Virgin, mientras que la francesa SNCF está también entre las mercantiles que pueden dar un paso al frente y presentar su candidatura.
La liberalización ha llegado de la mano de la publicación de un documento técnico conocido como la Declaración de Red, un compendio de todas las rutas ferroviarias donde los operadores privados que estén interesados podrán presentar una propuesta de gestión. Cada plan de negocio deberá indicar qué líneas y estaciones se desea cubrir.
El proceso de liberalización ha sido lento y no llegará al conjunto de la red, sino que se limitará inicialmente a las conexiones que salen de Madrid con destino a Barcelona, Sevilla y Valencia. No hay que olvidar que estas líneas cuentan a su vez con varios destinos complementarios: el tren Madrid-Barcelona pasa también por Zaragoza, Lérida, Tarragona y Gerona; la conexión Madrid-Valencia llega también a Cuenca, Albacete y Alicante; y la ruta Madrid-Sevilla tiene también como destino Toledo, Ciudad Real, Córdoba y Málaga.
A partir de diciembre de 2020, Adif espera que el capital privado entre con fuerza en estas rutas, elevando un 65% el número medio de trenes ofertados. En la conexión Madrid-Barcelona, por ejemplo, hablaríamos de un incremento del 50%, pasando de 27 a 53 trenes diarios. En la ruta Madrid-Sevilla, el crecimiento sería del 75%, pasando de 35 a 61 trenes diarios.
Adif cerrará cada concesión con un horizonte de gestión de diez años que podría ser recortado a cinco años si la CNMC revisase los resultados obtenidos y encontrase recomendable la modificación y reducción de los plazos.