ACS obtuvo un beneficio neto de 523 millones de euros en la primera mitad del año, lo que arroja un crecimiento del 17,1%, impulsado por la contribución de su participación en Abertis y la evolución de su negocio constructor internacional.
El grupo que preside Florentino Pérez se anota 104 millones por la participación del 50% menos una acción que tiene en la firma de autopistas, un 30% de forma directa y otro 20% a través de su filial alemana Hochtief.
En el plano operativo, ACS elevó un 5,8% sus ingresos entre enero y junio, hasta sumar 18.817 millones, de los que el 84% se generaron en el exterior. Asimismo, disparó un 15,1% su beneficio bruto de explotación (Ebitda), hasta 1.621 millones.
Estados Unidos se mantiene como primer mercado del grupo, dado que aportó el 40,9% de estos ingresos, por delante de Australia, que contribuyó con otro 18,8%.
España supone el 15,9% del negocio total de ACS, un porcentaje que, no obstante, crece ligeramente sobre el del 13,9% que presentaba un año antes.
Inversión en energía verde
En el primer semestre del año, ACS acometió inversiones por un total de 1.008 millones, de las que la mitad, unos 609 millones de euros, se canalizaron a través de su división industrial, fundamentalmente en proyectos de energías renovables en España.
Este dato supone acelerar las inversiones en la materia, toda vez que las del conjunto de 2018 fueron de 440 millones, y se enmarca en la nueva apuesta del grupo por este negocio mediante el reciente lanzamiento de su nueva filial de energía verde Zero-E, que analiza sacar a Bolsa, y la eléctrica Eleia.
Esta inversión derivó en un leve repunte de su endeudamiento, que a cierre de junio se situaba en 725 millones de euros, frente a la posición de caja que presentaba a cierre del ejercicio 2018.