Cómo era posible que tras recibir de la Unión Europea 100.000 millones de euros desde 1986 (tres presupuestos completos anuales extras de la Junta), Andalucía no hubiera progresado reduciendo su distancia económica y social de las regiones más desarrolladas, era un misterio sospechoso. Ahora se ha conocido que no todo ese dinero llegado a las arcas del gobierno andaluz era utilizado cabalmente.
Ayer, el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, confirmó que, en los últimos siete años, de 2014 a 2020, la Unión Europea destinó a Andalucía 8.015 millones de euros pero que sólo el 19,78 fue utilizado y certificado por los gobiernos socialistas. Por tanto, casi 6.500 millones de euros, los no certificados, podrían dejar de ser utilizables en el desarrollo andaluz.
Esto es, además de no ejecutar los presupuestos andaluces en su totalidad, tampoco se ejecutaron los dineros procedentes de la Unión Europea. Si a ello unimos la cantidad de organismos "paralelos" cuyo dinero se usaba en pagar nóminas antes que, en efectuar inversiones reales, no encontramos un panorama de gestión muy desalentadora como herencia principal del PSOE andaluz.
El último ejemplo es la entidad Andalucía Emprende, que no sólo tenía al 80 por ciento de su personal contratado -nada menos que 1.000 personas -, sin cumplir las normas mínimas de respeto a la igualdad de oportunidades, publicidad y concurrencia. Pero es que además gastaba casi todo su presupuesto en pagar las nóminas y mantener su sede y sólo un 0,1 por ciento de su presupuesto en ayudar a los emprendedores.
Ya se había conocido el caso de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, donde trabajaban casi 500 empleados, que utilizaba casi todo su presupuesto en pagar las nóminas. Del montante global, 18 millones iban a pagar nóminas, 5 a gastos corrientes y sólo un millón de euros a la acción cultural.
En caso del dinero de la Unión Europea, según el mencionado Bendodo, se han perdido, como consecuencia de la inactividad y negligencia de la Junta, alrededor de 7.000 empleos. Eso explica, dijo, que "en 30 años Andalucía ha recibido más de 100.000 millones de euros de Europa. Después de 37 años de gobiernos socialistas, la comunidad sigue en los puestos de cola de la Unión Europea".
Por concretar algún caso, los fondos Feder, para ayuda al desarrollo de las zonas más desfavorecidas y promover su convergencia con las medias europeas de bienestar, no han sido bien utilizados. De hecho, de los 835 millones entregados a Andalucía en el período 2014-2020, la Junta de Andalucía sólo ha utilizado y certificado 100 millones, un 12 por ciento. O sea, que hay 735 millones rondando por el limbo de los justos que pueden estar en peligro.
Para hacerse una idea del desbarajuste, todo ese dinero podría haberse empleado eficientemente en mejorar los tramos inseguros o peligrosos de las carreteras andaluzas, la rehabilitación de viviendas en las barriadas más pobres de Andalucía, mejoras de pavimentos y otros asuntos de gran interés social. Es lo que la nueva Junta está intentando hacer.