Óptima Mayores se ha marcado como objetivo canalizar hasta 50 millones de euros en hipotecas inversas en el mercado español este año, mientras que ha asegurado que está manteniendo contactos con varias entidades que están pidiendo asesoramiento en relación al producto.
Así lo ha indicado el consejero delegado de Óptima Mayores, Ángel Cominges, durante la presentación del Libro Blanco de la hipoteca inversa, un documento que pretende convertirse en referencia tanto para los mayores que quieren saber cómo capitalizar el valor de su vivienda, como para los hijos que quieran conocer productos que mejoren la calidad de vida sus padres.
"Estamos muy satisfechos porque hemos conseguido poner a disposición de jubilados españoles este producto sencillo por unos 20 millones de euros desde finales de 2018 y pensamos canalizar otros 30 millones de euros más hasta el próximo 31 de diciembre", ha precisado Cominges.
No obstante, ha hecho un llamamiento a bancos y aseguradoras españolas para que comiencen a comercializar este producto, ya que actualmente solamente se puede contratar a través del banco portugués BNI.
Hace unas semanas, fuentes del sector consultadas por Europa Press confirmaron que Bankinter y Caser estaban cerrando los últimos flecos para comenzar a comercializar hipotecas inversas en España. En caso de que finalmente se cierren sendos acuerdos, el desembarco en este negocio podría producirse después del verano.
El consejero delegado de Óptima Mayores ha subrayado que actualmente tienen lista de espera para contratar este producto, por lo que es esencial aumentar los acuerdos con entidades financieras y aseguradoras para poder ampliar la capacidad.
Legislación a su favor
Cominges ha pedido también el apoyo del Gobierno, ya que considera que este producto tiene un "gran componente social" debido a que son ya varias voces las que apuntan a este producto como una de las múltiples soluciones para complementar el sistema de pensiones públicas. Cuenta con ocho millones de clientes potenciales que desconocen su existencia.
En este sentido, ha explicado que a nivel institucional y legislativo la hipoteca inversa cuenta con un "muy buen" respaldo, por lo que su contratación se puede llevar a cabo "con todas las garantías".
La regulación apoya este producto con la sencillez junto a la intervención obligatoria de un asesor independiente que diluye el riesgo reputacional, a la vez que mantiene importantes ventajas fiscales como la exención del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), la reducción del 90% de los aranceles registrales y el tratamiento de documento sin cuantía en el caso de los aranceles notariales.
De hecho, la nueva ley hipotecaria, que entró en vigor el pasado mes de junio, excluye a la hipoteca inversa, aunque determinadas disposiciones adicionales y la orden ministerial que la desarrolla recoge "ligeros" cambios en torno al proceso de contratación y la transparencia para el consumidor. "Solo son ligeros matices, ninguno destacable que le haya afectado", ha apostillado.
A modo de préstamo, la hipoteca inversa es un producto financiero que permite a las personas mayores de 65 años disponer de parte del valor de su vivienda en forma de mensualidades o como importe único al inicio, utilizando la vivienda como garantía pero manteniendo su propiedad y uso.
Cominges ha destacado que, al contrario de lo que muchas personas piensan, el usuario no pierde la propiedad de su vivienda con su contratación, sino que tras su fallecimiento serán sus herederos los responsables de valorar si mantener o no la propiedad del inmueble y, a partir de entonces, hacerse cargo de la deuda, cuyo montante dependerá de los años en que se haya recibido la renta.
En España, el perfil promedio del contratante es el de una persona de 77 años que percibe unos 180.000 euros por su hipoteca y, entre los beneficiarios, el 38% son mujeres, el 14% hombres y el 48% matrimonios, mientras que el 38% de las viviendas se ubica en Madrid, el 28% en Barcelona, el 13% en Valencia y el 22% en el resto del territorio nacional.