Todo comenzó en el verano de 2015, cuando Carlos Álvarez y Rafael Girón, dueños del restaurante La Machina en Majadahonda, recibieron un burofax del grupo La Máquina, uno de los más grandes en la hostelería española. En ese escrito se instaba a los dos socios a dejar de utilizar el nombre de La Machina.
Álvarez y Girón decidieron no hacer caso, ya que La Machina es una grúa grande de cuatro patas que se usa en los puertos, motivo por el cual eligieron el nombre del restaurante. Al no renunciar al nombre, recibieron una demanda por daños y prejuicios y por infracción de los derechos de marca del grupo. En total, les pedían 20.000 euros y 600 euros por cada día que pasara hasta que dejaran de usar el nombre de La Machina y, además, el 5% de royalty.
En 2015, comenzó un largo proceso judicial entre el grupo La Máquina, que factura 50 millones de euros al año, y pequeña La Machina. Cuatro años después, una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid acaba de resolver el conflicto. La Justicia se reafirma en una sentencia previa que emitió en 2017 y asegura que "no hay ninguna probabilidad de que los clientes confundan el nombre del restaurante cántabro de Majadahonda con los locales de La Máquina". Además, la sentencia establece que será el grupo quien pague las costas judiciales.
En otra sentencia, en la que La Máquina pedía la destrucción de los rótulos, carteles, cartas, menús, anuncios y tarjetas de visita de La Machina, el juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid desestimó íntegramente la demanda. Además, en aquella sentencia, los tribunales aseguraron que el grupo La Máquina no podía apropiarse de un vocablo y añadió que no había riesgo de confusión.
El grupo La Máquina se basaba en la grafía y en la fonética para seguir adelante con la demanda. Sin embargo, la Audiencia Provincial establece que fonéticamente no hay riesgo de confusión, ya que "el hablante español pronuncia de manera muy distinta el sonido ‘qu’ que ‘ch’". En cuanto a la grafía, el tribunal asegura que se usan tipologías muy distintas y que no hay riesgo de confusión en ese sentido.