Sandra, una orangutana, ha sido declarada judicialmente "persona no humana" por un Juzgado de Palermo en Buenos Aires (Argentina). La magistrada Elena Liberatori atendió el informe enviado por el Proyecto Gran Simio, una asociación animalista de España. Sus activistas han conseguido que por primera vez en la historia de la humanidad un animal sea reconocido como "persona" a nivel jurídico. Sandra tendrá los mismos derechos legales que su veterinario, sin ninguna diferenciación.
Desde el año 2014, el caso de Sandra está judicializado. Ahora, está previsto que entre los meses de julio y agosto la orangutana abandone su casa y viaje en avión hacia una reserva natural americana. Del Ecoparque porteño situado en Buenos Aires, el gran simio se trasladará al Center of Great Apes (Centro para Grandes Simios) de Florida, en Estados Unidos, según anunció el diario La Nación.
Tal y como describen desde Proyecto Gran Simio, casi un año después, la juez de lo contencioso administrativo y tributario de la ciudad de Buenos Aires dio lugar a la acción de amparo interpuesta por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) y su abogado Andrés Gil Domínguez.
La propia asociación española animalista admite que, en base a estudios recientes, Sandra goza de un buen estado de salud, aunque algunos expertos matizaron que, al esconderse entre las rocas con frecuencia, "podría sufrir depresión leve". El abogado de la orangutana está satisfecho con la resolución judicial. "Sandra ya se va. Se tardó mucho en este proceso, no termino de entender las razones porque cuando se trasladó a la chimpancé Cecilia fue todo mucho más rápido", se lamentó Andrés Gil Domínguez, el abogado de la orangutana. "Lo más importante es que Sandra está bien de salud para soportar el viaje", añadió.
Juez animalista
Pese a que ha sido reconocida como "persona", no se la va a juzgar por abandonar a su cría. A Sandra su madre le hizo lo mismo, según cuentan sus criadores. Ella hizo lo mismo con su hijo porque carece de instinto maternal. Hay que decir que este asunto no pareció importarle a los animalistas, tampoco a la juez Elena Liberatori. La magistrada incluso estuvo presente durante las tres horas que duró la exploración médica a Sandra en el parque natural.
"Estudié leyes para defender a los inocentes y no hay nada más inocente que un animal", confesó Liberatori. Tanto pareció conmoverle el caso que la jueza colgó en su despacho un cuadro de Sandra, su nueva amiga animal hecha "persona" gracias a su sentencia.
EcoParque es fruto de la transformación de un antiguo zoo que padeció numerosas demandas animalistas. Sin embargo, y pese a las reconvesión en un gran espacio natural para animales en semilibertad, no ha convencido a los activistas. Pocos ejemplares quedan ya y Sandra es una de las últimas que quedan para abandonar el lugar.
Lo cierto es que ya no se puede ver a la orangutana sin previa autorización judicial. Se ha establecido un régimen de visitas para no vulnerar "sus derechos", cuenta el diario argentino El Clarín. Mientras tanto Sandra come y juega como siempre ha hecho. Cabe preguntarse: si la orangutana se da cuenta de que es persona... ¿no exigirá su libertad total y pasear o ir de compras por Florida? ¿Por qué una reserva natural?