La guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa. Ambos países se han embarcado en una escalada de subidas arancelarias que podrían afectar al crecimiento a largo plazo de los agentes implicados. No obstante, lo que puede que sea menos conocido son las reducciones de las tarifas que está llevando a cabo China a los productos del resto del mundo.
Un reciente análisis encuentra que en enero de 2018 los aranceles medios a los productos de EEUU gravados por parte de China eran los mismos que los de los demás países –un 8%–. Pero, a partir del 1 de julio de 2018, China empezó a incrementar los aranceles a las importaciones provenientes de EEUU y, actualmente, las tasas medias se sitúan en el 20,7%. Por contra, los aranceles medios para las importaciones del resto del mundo se han reducido del 8% al 6,7%, lo cual arroja hasta 14 puntos de diferencia.
Esta estrategia permite a China capear mejor la crisis a la vez que se infringe un mayor daño a EEUU. Recordemos que esto lleva a que las empresas estadounidenses compitan con una enorme desventaja en costes para los más de 1.400 millones de chinos respecto a las empresas de los otros países que comercian con China, como son Alemania, Canadá o Japón.
Diferencia por productos
Si bien es verdad que las tasas arancelarias medias que impone China a EEUU se han incrementado considerablemente, no lo han hecho en igual medida para todos los productos.
Así, los aranceles de algunos productos se han incrementado notablemente, como es el caso de la soja –de 3% a 28%–, otros productos de granja y pesca –de 20,5% a 42,4%–, madera, papel o productos de metal –de 5,3% a 22,3%–, productos químicos, de plástico o de caucho –de 6,6% a 18,3%– o los productos petroleros –de 3,6% a 24,2%–. Pero otros bienes únicamente han visto incrementadas levemente sus tarifas –aeronaves– o incluso las han visto reducir al mismo nivel del mismo producto proveniente de otros países –automóviles–.
