España cuenta con una amplia y costosa estructura de medios de comunicación de titularidad pública, tanto a nivel estatal como autonómico y local, que está bajo las órdenes de los políticos. El grueso de su financiación depende, directamente, de la recaudación de impuestos, de modo que todos los contribuyentes están obligados por ley a tener que sufragar televisiones y radios, con independencia de que consuman o no sus contenidos.
Pero, además, en el caso concreto de RTVE, la competencia también está obligada a mantener este ente público. Desde 2009, momento en el que RTVE eliminó la publicidad, las televisiones privadas tienen que destinar un 3% de sus ingresos brutos a las arcas de la radio televisión estatal, mientras que las operadoras de telecomunicaciones con plataformas de contenido abonan un 0,9%. Sin embargo, no son las únicas, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez pretende extender ahora esta mordida a plataformas de TV online, como es el caso Netflix, HBO, Amazon Prime o la española Filmin, cuya tasa podría oscilar entre el 0,85% y el 1,35% de sus ingresos en España.
Todos estos costes acaban trasladándose, de una u otra forma, al consumidor final, ya sea de forma directa -vía impuestos- o indirecta -subida de precios-. El presupuesto de TVE ascendió a unos 675 millones de euros el pasado año, mientra que el coste de la radio estatal sumó otros 121 millones, rozando así los 800 millones de euros en total, de los que algo menos de la mitad (unos 344 millones) proceden de subvenciones públicas (impuestos). De esta cuantía total, unos 389 millones (43%) se destinaron exclusivamente al pago de sueldos. Y es que RTVE cuenta con una plantilla de 6.295 trabajadores, duplicando así a los empleados de Mediaset (1.267) y Atresmedia (2.022), los dos grandes canales privados.
Pese a ello, la audiencia la ha dado la espalda a la televisión estatal, ya que, según los últimos datos de Barlovento, La 1, la cadena estrella, se situó por debajo del 10% en mayo, frente a la media de Telecinco (15,4%) o A3 (11,5%). Y, por si fuera poco, la información que suministran sus servicios informativos recaban la menor confianza entre el público de las grandes cadenas públicas de Europa. Así, tal y como revela un estudio elaborado por Pew Research en 2018, mientras que el 48% de los británicos se decanta por la BBC como principal medio para informarse, RTVE cosecha un escaso 13%, a la cola de las televisiones públicas analizadas en un total de ocho países europeos.
Aunque uno de los datos más relevantes es que tanto la TV estatal española como la italiana cosechan el menor nivel de confianza de los canales analizados a nivel continental, ya que tan sólo el 42% de los encuestados dice fiarse más de los medios públicos que de los privados, a diferencia de suecos o británicos, donde esta proporción supera el 70%.
El coste de las TV autonómicas
Además, al coste de RTVE hay que sumarle el de las TV autonómicas, de modo que la factura total de mantener medios de comunicación públicos supera los 1.800 millones de euros al año, lo cual arroja una media de unos 100 euros por hogar, una cifra equivalente al precio básico de contratar Netflix durante doce meses (96 euros al año). Dicho de otro modo, todos los españoles podrían disfrutar de Netflix si el coste anual de las televisiones públicas se revirtiera entre las familias.
Según el presupuesto de 2018, la factura de las trece televisiones autonómicas que existen en España rondó los 1.072 millones de euros, de los que 942,7 millones fueron aportados mediante las subvenciones públicas de los distintos gobiernos autonómicos, informa Efe. En concreto, los gobiernos de Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana ostentan la titularidad de los operadores regionales.
Cantabria, Navarra, Castilla y León y La Rioja son las cuatro únicas comunidades que no han desarrollado su propia televisión, mientras que la ciudad autónoma de Ceuta sí tiene radiotelevisión pública. Nacieron al amparo de la Ley del Tercer Canal (46/1983) y su desarrollo es muy diverso: algunas explotan varios canales, otras tienen una única cadena y otras son gestionadas por empresas externas seleccionadas por concurso; y en las comunidades en las que hay una lengua cooficial, emiten gran parte o todos sus contenidos en esos idiomas.
Su modelo de financiación se basa en un sistema mixto que aúna inversión pública -subvención por función de servicio público otorgada por los gobiernos autonómicos y consignada en los presupuestos de cada autonomía- e ingresos publicitarios privados, si bien estos últimos son marginales en la mayoría de los casos. Estos fueron los presupuestos de los canales autonómicos en 2018 y las subvenciones aportadas por los gobiernos regionales:
- Andalucía: la Radio Televisión de Andalucía (RTVA), que tiene una plantilla de 1.462 trabajadores, posee dos canales de televisión (Canal Sur y Canal Sur 2) y también emite una señal por satélite (Andalucía Televisión), además de contar con Canal Sur Radio Andalucía, Radio Andalucía Información y Canal Fiesta Radio. Su presupuesto fue de 162,75 millones de euros, de los que la Junta de Andalucía aportó 140,36 millones, mientras que los ingresos publicitarios alcanzan los 21,2 millones. La mayor partida de gastos corresponde a personal (54 %).
- Aragón: el presupuesto de Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) fue de 47 millones de euros aportados por el Gobierno regional, a los que se sumaron otros 3,5 millones procedentes de ingresos comerciales y otros. Su plantilla de la asciende a 136 personas.
- Asturias: el Ente Público de Comunicación del Principado de Asturias (RTPA) contó con un presupuesto de 20 millones de euros y 147 trabajadores.
- Baleares: el Ente Público de Radiotelevisión de las Islas Baleares (EPRTVIB) manejó 32,2 millones, de los que 31,2 millones fueron subvenciones, y cuenta con 110 empleados.
- Canarias: el presupuesto de la Radiotelevisión Canaria (RTVC) fue de 45,37 millones, cubiero íntegramente por el Gobierno insular. Su plantilla es de 87 trabajadores
- Castilla-La Mancha: CMM contó con 38,9 millones de euros y tiene 460 empleados en plantilla.
- Cataluña: la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) cuenta con cinco canales de televisión (TV3, Canal 3/24, Súper 3, Canal 33, Esport 3 y TV3Cat) y cuatro emisoras de radio (Catalunya Radio, Catalunya Informació, Catalunya Música e iCat fm). Su presupuesto fue de 307,2 millones de euros y la subvención pública asignada por la Generalidad ascendió a 231 millones. Este ente tiene 2.219 trabajadores.
- Extremadura: la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales (CEXMA), que integra a Extremadura Televisión y Extremadura Radio, contó con 24,7 millones de euros, de los que la Junta de Extremadura aporta el 97%.
- Galicia: el coste de la Corporación de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) fue de 106,8 millones de euros, de los que la Xunta consignó 97,2 millones. Tiene 955 trabajadores en plantilla.
- Madrid: la Radio Televisión Madrid (RTVM) tiene dos canales de televisión (Telemadrid y La Otra), además de contar con una emisora de radio (Onda Madrid). Su presupuesto fue de 79,7 millones de euros, de los que el Gobierno regional aportó 70,3 millones. Su plantilla es de 457 trabajadores después del ERE acometido en noviembre de 2012, cuando el número de empleados ascendía a un total de 1.170.
- Murcia: la Radiotelevisión de la Región de Murcia (RTRM) cuenta con el canal de televisión 7 Región de Murcia (7RM) y la emisora de radio Onda Regional de Murcia. Es de gestión indirecta por concesión y su actual gestor es el Grupo Secuoya. Su presupuesto para 2018 fue de 15 millones de euros, de los que 10 millones son del contrato con Secuoya y los otros 5 corresponden a la asignación regional. Tiene una plantilla de 64 empleados.
- País Vasco: Euskal Irrati Telebista (EiTB) cuenta con cuatro canales de televisión (ETB-1, en euskera, ETB-2, en castellano, ETB-3, que emite programación infantil y juvenil en euskera, y ETB-4, que ofrece series y películas). También tiene cinco emisoras de radio (Eusko Irratia, Radio Euskadi, Radio Vitoria, Gaztea y EiTBmusika). Su presupuesto fue de 134,2 millones de euros, de los que 127,4 millones proceden de subvenciones públicas. Y emplea a 1.003 trabajadores,
- Comunidad Valenciana: la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC) cesó sus emisiones en noviembre de 2013, tras 24 años de funcionamiento. Su cierre es el único que se ha producido en España en una cadena autonómica, pero, posteriormente, este ente fue resucitado por el Gobierno regional del PSOE. Contó con un presupuesto de 55 millones de euros el pasado año y un máximo de 531 trabajadores (el 75% de ellos extrabajadores del anterior ente extinguido).
- Ceuta: el presupuesto de la Radio Televisión Pública (RTVCE) fue de 2,46 millones, que subvenciona íntegro el Gobierno ceutí, y ocupa a 31 personas.