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Weidmann, ¿de 'halcón' a 'paloma'? La nueva estrategia de Alemania para hacerse con el BCE

Weidmann, que ha sido durante estos años uno de los mayores críticos de la flexibilidad de la política monetaria, suaviza su postura.

Weidmann, que ha sido durante estos años uno de los mayores críticos de la flexibilidad de la política monetaria, suaviza su postura.
Jens Weidmann, presidente del Bundesbank | Cordon Press

La nueva cúpula de la UE se decidirá en breve -presidentes del Parlamento, del Consejo, de la Comisión, de la diplomacia y del BCE-. Y, de hecho, el cargo que suscita más curiosidad, a la vez que preocupación, sobre todo en los países del Sur, es el sucesor de Mario Draghi. En este sentido, uno de los nombres que suena con más fuerza es el de Jens Weidmann, actual presidente del Bundesbank alemán, considerado por muchos como un 'halcón', defensor de la ortodoxia monetaria. Tanto es así que Weidmann ha criticado en numerosas ocasiones la laxa política monetaria aplicada por el BCE durante la última crisis.

Weidmann, un ortodoxo

Tanto es así que Weidmann fue el único miembro del Consejo de Gobierno del BCE que, en agosto de 2012, votó en contra de la decisión sobre la posibilidad de establecer un nuevo programa de compra de bonos. Posteriormente, su crítica a estas compras pasaron a basarse más en argumentos jurídicos que económicos, tras advertir que el BCE sobrepasaba su mandato, al tiempo que alertaba que dicha decisión equivalía a "financiar a los gobiernos mediante la impresión de billetes".

Asimismo, el pasado mes de noviembre, el mismo Weidmann afirmó que las herramientas del BCE en era de crisis debían ser desechadas. "A los bancos centrales se les ha otorgado la independencia solo con miras a lograr la estabilidad de precios. Por lo tanto, la independencia también exige una interpretación estrecha del mandato. De lo contrario, esto socavaría el principio de democracia y, en última instancia, cuestionaría la independencia",

Cambio de posiciones

Sin embargo, después de haberse ganado la fama de un defensor acérrimo de la ortodoxia monetaria, parece que ahora ha optado por matizar sus palabras. "Mi posición no tenía una base legal. Estaba motivada por la preocupación de que la política monetaria pudiera quedar atrapada tras la política fiscal", señala Weidmann en referencia a sus pasadas críticas al programa de compra de deuda del BCE. "Por supuesto, un banco central debe actuar de manera decisiva en el peor de los casos, pero, dada su independencia, no debe haber ninguna duda de que está actuando dentro del marco de su mandato", añadía.

Elecciones del succesor del Mario Draghi

No es casual que este cambio de postura se produzca, precisamente, cuando se renueva la presidencia del BCE -el mandato de Draghi vence en octubre-. Y es que sus controvertidas posiciones han levantado ampollas entre algunos estados de la zona euro, especialmente los del Sur. Hace tiempo que Italia y Francia se oponen al nombramiento de Weidmann, y ahora tanto Pedro Sánchez como su homólogo portugués, António Costa, se acaban de sumar a este particular frente anti-alemán.

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