La recuperación económica española empezó a manifestarse en los últimos compases de 2013 y cogió fuerza entre 2014 y 2015. Desde entonces, la expansión del PIB se ha situado a la cabeza de la Eurozona, con tasas superiores al 3%, y ha facilitado una acelerada reducción del paro, que llegó a situarse por encima del 25% pero ya está por debajo del 15%.
Con la economía creciendo y el desempleo bajando, la evolución de los salarios ha empezado a convertirse en un asunto central para el análisis del mercado de trabajo. Desde las filas de la izquierda se ha popularizado la idea de que la reforma laboral de 2012 ha influido para mal en los sueldos. Sin embargo, lo cierto es que los ingresos de los trabajadores han ido a más en los últimos años.
La prueba del algodón está en la variación de los salarios que registran las estadísticas del Ministerio de Trabajo. Según dicho indicador, los sueldos crecieron a tasas muy modestas entre los años 2012 y 2016, situándose siempre por debajo del 1%. Sin embargo, en 2017 y 2018 se ha observado un comportamiento mucho más favorable.
Por ejemplo, en el curso 2017, la variación de salarios en convenio mejoró un 1,46%, mientras que en 2018 se registró una subida del 1,78%. Este 2019, el aumento hasta la fecha asciende al 2,21%. Por comparación, el IPC apuntó un aumento de precios del 1,1% en 2017, del 1,2% en 2018 y del 0,8% en 2019, de modo que la inflación se está moderando precisamente en un contexto de progresivas mejoras salariales.
Otro indicador que también refleja una mejora en la retribución de los asalariados es el Índice de Coste Laboral que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Para estudiar la materia con la mayor precisión posible, conviene revisar los datos ajustados, que eliminan los efectos estacionales y de calendario. Hecha dicha corrección, vemos que el coste salarial por hora trabajada entró en terreno positivo en 2017 y fue cogiendo fuerza desde entonces.
Así, en los nueve primeros meses de 2017, el aumento osciló entre el 0,3% y el 0,5%, mientras que octubre-diciembre terminó con una subida del 1,8%. El curso siguiente (2018) arrancó con una mejora del 0,9% en el primer trimestre, mientras que el segundo observó un crecimiento del 1,4%, el tercero cerró en un 2,3% y el cuarto terminó en un 1,3%. De momento, el comienzo de 2019 ha ido de la mano de una subida del 2,2%.
De modo que, progresivamente, los salarios están mejorando y los trabajadores experimentan por fin una mejora de su poder adquisitivo, tras años de dura crisis en el mercado laboral. No obstante, hay tres factores que marcarán el devenir de las retribuciones: la productividad de los trabajadores, la evolución del desempleo y el peso de los impuestos sobre la retribución neta que perciben los trabajadores.