Los hoteles cápsula, que han causado sensación en Asia, ya son una realidad en nuestro país. El primero de ellos, llamado Optimi Rooms, acaba de abrir sus puertas en Bilbao, en pleno centro de la ciudad. Además, detrás de este hotel no se encuentra ninguna cadena asiática ni ningún gigante del sector hotelero. Todo lo contrario. Sus responsables son dos jóvenes vascos que han decidido emprender en España trayendo este novedoso concepto.
Los empresarios, Iñaki Zabala e Iker Caballero, desembolsaron 400.000 euros para sacar adelante este nuevo concepto de hotel, que pretende llamar la atención de los turistas más jóvenes que lleguen a la capital vasca. El Optimi Rooms cuenta con 50 cabinas, de las cuales 36 son individuales y las otras 14 son dobles. La diferencia principal con los hoteles cápsula japoneses es que las camas individuales son de 120 centímetros, en lugar de 90, para dar menos sensación de enclaustramiento. Las camas dobles llegan hasta los 180 centímetros para dar aún más sensación de espacio.
La fórmula de éxito de estos hoteles es que son mucho más baratos que uno tradicional, ya que solo alquilas la cama. También permite albergar a mucha más gente en un espacio más pequeño. Por ello, los precios son muy económicos: 24,95 cuesta la cápsula individual y 34,95 la doble. Es decir, casi 60 euros menos que lo que cuesta una habitación de hotel media en el centro de la ciudad.
Además de la propia cápsula, el Optimi Rooms cuenta con zonas comunes donde hay máquinas expendedoras para comprar comida, microondas, 16 baños con duchas y 50 taquillas grandes para guardar los equipajes. También ofrece la posibilidad de contratar una cápsula durante unas pocas horas durante la tarde, los propietarios lo han llamado la opción siesta. Consiste en alquilar una cápsula durante 3 horas a un coste aún más asequible, aunque no se conoce el precio concreto por el momento.
En cuanto a la estética, el hotel cápsula bilbaíno se asemeja bastante a sus homólogos japoneses. Es decir, una decoración futurista en el que la sensación es la de estar dentro de una nave espacial. Paredes blancas, luces de neón, decoración ultramoderna y minimalista y protagonismo del color blanco.