Soplan vientos de cambio en Grecia. Tras una legislatura marcada por el predominio de la extrema izquierda, los sondeos elaborados con motivo de las elecciones generales del próximo mes de julio alumbran un vuelco político de gran calado que auparía a Nueva Democracia al poder y pondría punto y final a la era Tsipras.
En las elecciones europeas del pasado mes de mayo, Syriza se quedó con el 23,8% de los sufragios. Hace ahora cuatro años, el partido de Tsipras se alzó con el 35,5% del voto popular. Por tanto, la acción de gobierno de los socios helenos de Pablo Iglesias se ha traducido en un fuerte desgaste de su base electoral, que se desploma de forma significativa. En paralelo, el partido tradicional del centro-derecha, Nueva Democracia, vuelve a ganar apoyos y sube hasta el 33,1%. En las generales de 2015, la formación hermana del Partido Popular consiguió el 28,1% de los sufragios, de modo que el cambio de tendencia parece evidente.
Los resultados de las elecciones europeas fueron el preludio de los comicios regionales y locales que tuvieron lugar a comienzos de junio. Doce de las trece autonomías helenas han caído en manos de Nueva Democracia. También el poder municipal pasa mayoritariamente al centro-derecha, como muestra el 65% del voto conseguido por los populares griegos en la capital del país, Atenas.
Mitsotakis, ¿próximo primer ministro?
Grecia sigue arrastrando una deuda pública muy elevada (alrededor del 175% del PIB) y su tasa de paro se sitúa a la cabeza de Europa (18%). Consciente de esta devastadora situación, el líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, ha anunciado que su prioridad es "liderar un gobierno fuerte y estable" que sea "capaz de explorar una política económica diferente".
En una entrevista con el diario de negocios alemán Handelsblatt, Mitsotakis anunció los tres ejes de su política económica: "Tenemos que acelerar las reformas económicas, modernizar las estructuras del Estado y bajar los impuestos". En su opinión, "es importante relanzar el crecimiento si queremos que baje la deuda, suban los sueldos y se reduzca el desempleo".
Mitsotakis define a Tsipras como "el peor gobernante que hemos tenido desde la restauración de la democracia en 1974" y lamenta que su país "ha caído en las garras del populismo, las mentiras y la incompetencia". El líder de Nueva Democracia ha denunciado también la "hipocresía" del primer ministro de extrema izquierda, que el pasado mes anunció ciertas rebajas de impuestos tras haber apostado por la vía contraria durante todo su periplo en el gobierno.