Se ha cumplido un mes desde que entrara en vigor el control horario obligatorio para todos los empleados de las empresas españolas, y la Inspección de Trabajo ya ha empezado a personarse en las compañías para comprobar si se están cumpliendo las reglas.
"Nos consta que ya han comenzado las visitas y que se han abierto las primeras diligencias y expedientes", asegura a Libre Mercado Gemma Martos, asesora laboral de CE Consulting. "De momento, no se han producido sanciones, pero las empresas en las que se ha comprobado que no están llevando a cabo el registro horario deberán argumentar el motivo, porque los inspectores que han abierto el expediente van a volver. Puede ser en una semana o en un mes, pero la Inspección siempre vuelve", advierte.
La experta cree que si una compañía no tiene registro horario porque lo está negociando con los sindicatos, "y lo demuestra", podría librarse de la multa. Si el negocio no tiene representación sindical, debería estar negociando directamente con los empleados. Por el contrario, "si los inspectores consideran que hay pasividad o una clara voluntad de incumplir la norma, podrían enfrentarse a la sanción más grave", asegura. La cuantía de las multas va desde los 626 euros, si es considerada leve, hasta los 6.250 euros, en caso de las graves.
De bares a talleres
"Locales de hostelería, talleres, corredurías de seguros… ", según Martos, las visitas se están produciendo en todo tipo de áreas, simplemente porque el Real Decreto "afecta a todos los sectores".
"Lo habitual es que vaya un sólo inspector y solicite al responsable de la compañía que le enseñe las medidas que ha llevado a cabo para cumplir con el registro horario. Normalmente van a varios negocios de una misma zona", cuenta. Por ejemplo, "el 31 de mayo se realizaron varias inspecciones en locales de Malasaña", asegura. "No tengo conocimiento de que lo hayan hecho, pero si quisieran, los inspectores también pueden preguntar lo que consideren oportuno a los empleados", aclara.
"El registro horario se puede hacer en papel, pero debe ser fiable y no manipulable", recuerda Martos. Se dan casos de empresas que ya tienen rellenado todo el cuadrante del mes de sus trabajadores, y eso no sería válido para la inspección. "La jornada hay que rellenarla día a día", insiste.
La polémica ha perseguido al registro horario desde que entrara en vigor el pasado 12 de mayo. De hecho, las primeras declaraciones de la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, echaron más hierro al asunto afirmado que "nadie se ha tomado en serio" el registro y amenazando con que "la Inspección de Trabajo va a actuar". Valerio no tardó en matizar sus palabras aclarando que "si una empresa está negociando el sistema con los trabajadores" se dará "un margen de maniobra". Tan sólo un mes después, la Inspección de Trabajo parece que sí está actuando.