La industria manufacturera española se estancó en mayo debido a que la producción se paralizó y cayeron los nuevos pedidos, al tiempo que el empleo marcó la primera destrucción en casi cinco años y medio, según el índice PMI publicado este lunes por la consultora IHS Markit.
"Las recientes elecciones han provocado cierta cautela entre las empresas en España, lo que incitó un deterioro de la demanda interna y especialmente de las carteras de pedidos de los fabricantes en mayo", indicó Paul Smith, economista de IHS Markit, quien señaló también la incidencia del difícil entorno de demanda internacional, "ya que la demanda procedente de los principales mercados europeos, especialmente del sector automotriz alemán, está decayendo".
Uno de los factores que tuvo un impacto en el índice PMI fue que el nivel de nuevos pedidos cayó levemente en mayo. Dicha caída representó la primera contracción de los nuevos pedidos en tres meses, principalmente en el mercado interno. "Hubo informes de que la demanda interna se está paralizando, que algunos encuestados vincularon a la inestabilidad política", añadieron los responsables de la encuesta.
De este modo, a medida que las carteras de pedidos se debilitaban, la producción en las fábricas españolas se estancó. En concreto, el subíndice de producción se situó en 50 puntos en mayo, poniendo así fin a un periodo de crecimiento que se extendió por casi cinco años y medio.
Por su parte, el estudio señaló la primera disminución del empleo desde finales de 2013, aunque las empresas pudieron hacer frente a sus cargas de trabajo cómodamente.
Los fabricantes españoles optaron por reducir sus actividades de compra en mayo, dando salida a sus stocks. Por último, la confianza sobre el futuro se ubicó en mayo en su nivel más bajo en seis meses.