Es habitual que aquellos que poseen grandes fortunas se marchen a lugares donde la fiscalidad no sea infernal. Estados Unidos no es una excepción. Los millonarios de Nueva York, Chicago o Silicon Valley están fugándose a Miami y el motivo no tiene nada que ver con el clima y las playas, sino con la fiscalidad. En Miami no existe el impuesto sobre la renta personal, por eso desde 2017 la fuga de los más ricos a Miami no para de crecer.
Entre los que están marchándose hay de todo, pero principalmente son gerentes de fondos de inversión, magnates tecnológicos y otros profesionales de altos ingresos. El porqué se está dando esta situación ahora tiene que ver con la reforma tributaria que entró en vigor en enero de 2018 en estados y ciudades como Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Chicago y Silicon Valley. En estos lugares, las rentas altas han sufrido una fuerte subida fiscal.
La ley tributaria aprobada en diciembre de 2017 limitaba la deducción de los impuestos estatales y locales sobre la propiedad a 10.000 dólares y los más afectados fueron los residentes de Nueva York, San Francisco y Chicago. Esto ha provocado que la principal beneficiada sea Miami. De hecho, de enero de 2018 hasta ahora, los precios de las viviendas de lujo han crecido un 4% debido al aumento de la demanda. Es más, es de los pocos lugares de Estados Unidos que está registrando aumentos de precio en el mercado del lujo.
El exilio hacia Miami se ha hecho tan popular en el país americano que se les llama ‘refugiados fiscales’ a aquellos que se marchan a este estado. Pero no solo están mudándose de residencia, sino que también están cambiando la sede de algunas de sus empresas. "Tengo muchos clientes que han traído todas sus empresas y oficinas de San Francisco a Miami", cuenta un asesor fiscal a Business Insider.
Además, Miami es uno de los siete estados que no tienen impuesto sobre la renta personal y se sitúa está entre los estados con la carga fiscal más baja del país, mientras que en Nueva York y California el impuesto sobre la renta oscila entre el 8,2% y el 12,2%.