La edad de tener el primer hijo se está retrasando en todos los países de la OCDE, sin excepción. Por ejemplo, para el caso español la edad del primer hijo pasó de 28 años en 1995 a cerca de los 31, solamente veinte años después. Nos convertiríamos así en el tercer país de la OCDE donde las mujeres tienen los hijos más tarde. Sin embargo, existe cierta disparidad entre los distintos países en cuanto a esta tendencia. Mientras en unos la edad del primer hijo se incrementa considerablemente, en otros, como es el caso de Estados Unidos, lo hace ligeramente.
En este sentido, los estadounidenses tienden a tener el primer hijo a los 26 años, una de las edades más bajas de la OCDE, solamente comparable a algunos países del Este -véase el gráfico de la izquierda-. En el otro extremo, además de España, encontramos a Corea del Sur, Italia, Suiza, Japón, Luxemburgo o Grecia -todos por encima de los treinta-.
Además, la cantidad de hijos que están teniendo las mujeres de los Estados Unidos se está incrementando en los últimos años. Si bien en 2006 alcanzó un mínimo después de 30 años cayendo ininterrumpidamente, a partir de ese año la cantidad de hijos por mujer se ha incrementado desde 1,86 a 2,07 hijos por mujer. Este hecho se debería a dos motivos: un mayor porcentaje de mujeres que deciden ser madre, así como un incremento de los hijos por madre. En primer lugar la cantidad de mujeres que no tienen hijos ha caído al 14% desde el 20% diez años antes, situándose, como muestra el gráfico de la derecha, por debajo del conjunto de mujeres españolas sin hijos (21%).
En segundo lugar, la cantidad de hijos que tienen las madres estadounidenses se ha incrementado, de modo que Estados Unidos se convierte en uno de los primeros países desarrollados con un mayor número de hijos por mujer, únicamente superado por Islandia. Este dato contrasta con el de otros países como España, donde las mujeres solamente tienen 1,5 hijos, situándonos entre los cuatro primeros países con un menor número de hijos por mujer, junto Japón, Italia o Alemania -véase el gráfico central-.