Como cada primavera, la plaza de toros de Las Ventas llena sus tendidos de aficionados a la tauromaquia. Este año 2019, los festejos programados en el coso de la calle Alcalá comenzaron el pasado día 14 de mayo y se extenderán hasta el próximo 16 de junio. El ciclo ha arrancado con buen pie, a raíz del triunfo de Miguel Ángel Perera en la tradicional Corrida de San Isidro y del fuerte impacto que causó Pablo Aguado en el festejo del sábado 18 de mayo.
ANOET, la patronal del sector, estima que el abono de San Isidro mueve 72,8 millones de euros en poco más de un mes. Esta cifra incluye 46,8 millones de euros de repercusión económica en sectores como la restauración (24,5 millones) o la hostelería (16,5 millones). Estas cifras confirman el fuerte impacto económico que tiene el sector en la economía de la capital de España, motivo por el cual los toros fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial por el Congreso de los Diputados y Bien de Interés Cultural por la Asamblea de Madrid.
Este año, el número de abonados de la plaza asciende a 15.268 socios, lo que supone el 65% del aforo de la plaza de toros más importante del mundo. La campaña de renovación de San Isidro 2019 se saldó con un crecimiento en el número de festejos adquiridos por los abonados, que ha subido de 25 a 28. Por tanto, la empresa arranca la programación taurina con la garantía de saber que ya se han despachado casi 430.000 boletos.
Pero los abonados son solamente una parte del negocio taurino, puesto que las plazas se llenan también con el público ocasional que acude a un número más reducido de festejos. El pasado año, la ocupación media llegó al 80%, con una quincena de tardes en las que tendidos, gradas y andanadas estaban cubiertas en más de un 90%.
La plaza de toros de Las Ventas es de titularidad autonómica, pero se gestiona de forma privada, en régimen de concesión. La UTE que se encarga del coso madrileño lleva por nombre Plaza 1 y está controlada por el empresario taurino Simón Casas y el ejecutivo del sector turístico Rafael Garrido. Cada año, la compañía paga 2,8 millones de euros a la Comunidad de Madrid para gestionar la plaza.
Alicientes de taquilla
En 2019, el principal aliciente taquillero del ciclo programado por Plaza 1 es la triple comparecencia de Andrés Roca Rey, el joven torero peruano que está llenando las plazas. Además, el doblete de El Juli está llamado a suplir la baja de Enrique Ponce. Hablamos, eso sí, de un ciclo clave para los toreros jóvenes, como acredita el creciente interés que despiertan diestros como Pablo Aguado, Ginés Marín o Álvaro Lorenzo.
El caso de Aguado es especialmente llamativo. El pasado 10 de mayo abrió la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla tras una tarde histórica en la que cortó cuatro orejas. Esa misma noche, Las Ventas despachó 2.000 entradas para su primera comparecencia en San Isidro, que tuvo lugar el pasado 18 de mayo y se saldó con un gran éxito de público (más de 22.000 espectadores) y de crítica (gran faena al sexto toro de Montalvo, tras pasar por la enfermería a raíz de una cogida en el primer toro de su lote). Estas circunstancias empujan al alza la expectación por asistir al último festejo del serial, en el que volverá a comparecer Aguado.
Toros, economía y política madrileña
Según la Comunidad de Madrid, los toros generan 414 millones de euros en la región. El número de espectáculos celebrados creció entre 2017 y 2018, pasando de 254 a 258 festejos mayores y de 669 a 700 festejos populares. Los datos que maneja el Ejecutivo autonómico hablan de 1,5 millones de espectadores anuales, de los que dos tercios se concentran en Las Ventas y el resto se reparte por los distintos municipios de la región.
La tauromaquia no se ha quedado fuera de la campaña electoral. PP y Vox han manifestado su apoyo al sector, mientras que Cs y PSOE han guardado silencio. Más Madrid, la candidatura de Íñigo Errejón, propone la transición a una "tauromaquia sin muerte", ignorando la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbó una intentona similar en Baleares. Podemos pide un referéndum contra los toros, lo que no solo va en contra de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, sino que también supone un incumplimiento de las Leyes nacionales que protegen los toros (a saber, la Ley 18/2013 y la Ley 10/2015).