El pasado 2 de abril arrancó la Campaña de la Renta 2018. Este periodo en el que los contribuyentes tendrán que rendir sus cuentas con Hacienda se alargará hasta el 1 de julio. Los españoles pueden presentar la declaración vía internet, por teléfono o de forma presencial.
Desde el ordenador de casa la declaración puede hacerse a través del programa Renta Web y por teléfono gracias al plan Le Llamamos. Con esta última opción, la Agencia Tributaria llama a los contribuyentes para elaborar el documento por teléfono.
Además, desde el 14 de mayo se puede acudir en persona a las oficinas de la Agencia Tributaria, que están distribuidas por todo el territorio nacional. La cita presencial puede pedirse por internet o llamando a los teléfonos 901 22 33 44 o 91 553 00 71 de lunes a viernes en horario de 9 a 19 horas.
Según las previsiones de Hacienda, en la Campaña de la Renta 2018 se registrarán 20,35 millones de declaraciones, lo que supone un aumento del 1,8% respecto a un año antes. De esa cuantía, 14,31 millones de declaraciones darán derecho a devolución a los contribuyentes por un importe de 10.468 millones de euros. En el lado contrario están las 5,16 millones que saldrán con resultado a ingresar, por importe de 10.160 millones.
¿Y si me sale a pagar?
Si usted es una de las millones de personas cuya declaración le sale a pagar y no dispone de ahorros para costear la cuantía que le solicita Hacienda, pedir un préstamo personal podría ser una opción interesante para cumplir con sus obligaciones fiscales. Al contrario que los préstamos de la banca tradicional, la rapidez del proceso, la ausencia de trámites burocráticos a la hora de realizar la solicitud y la posibilidad de devolver el dinero en cómodos plazos son algunas de las ventajas de este tipo de financiación
También son muchas las entidades bancarias que ya ofrecen esta opción a sus clientes a través de los cajeros y en las mismas sucursales. Y es que es mejor pagar a tiempo que hacer frente a la penalización de Hacienda por el impago. Esta multa puede ir de los 100 a los 400 euros más el importe adeudado, una cantidad que va aumentando con el tiempo.
Otra opción es el aplazamiento o fraccionamiento del pago, opciones que la Administración también da, según las circunstancias.