Algo ha cambiado en Grecia en estos últimos cuatro años. El país heleno ha sido uno de los grande referentes del auge populista que ha sacudido a buena parte de Europa tras el estallido de la crisis financiera internacional, después de que la extrema izquierda que representa Syriza, bajo el liderazgo del Alexis Tsipras, se hiciera con el poder y amenazara a las autoridades comunitarias con abandonar el euro.
Sin embargo, la clara victoria que ha obtenido el partido conservador de Nueva Democracia en las elecciones europeas del pasado domingo avanzan un posible cambio de gobierno, dado que ganó con nueve puntos de ventaja sobre Syriza. Además, también se celebraron comicios locales y regionales, con descalabros similares para Tsipras, que optó por no disimular la gravedad de lo ocurrido a su partido.
Por ello, el primer ministro griego anunció el domingo elecciones anticipadas. "En cuanto se haya celebrado la segunda vuelta de los comicios regionales locales y regionales (el próximo domingo), pediré al presidente que convoque inmediatamente elecciones", anunció Tsipras tras conocerse los resultados, que daban a Syriza el 24% de los votos frente al 33% obtenido por Nueva Democracia.
Tsipras había convertido estos comicios en una moción de confianza sobre su plan de alivio social, y la respuesta fue negativa. "Queremos que la gente decida si quiere continuar el plan destinado a apoyar a una mayoría o si quiere regresar a la oscuridad de la austeridad", añadió Tsipras, quien recogió así el guante que le había arrojado previamente el vencedor de los comicios, el líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis.
"Los resultados de las elecciones indican que las personas han retirado su confianza al Gobierno. El tiempo hasta el fin formal de la legislatura parece pequeño, pero en este tiempo (Tsipras) puede dañar aún más al país. Grecia necesita un nuevo Gobierno. El primer ministro debe renunciar por el bien del país. Esta es la única solución clara.", dijo Mitsotakis, cuyo partido es claramente pro-europeo.
Los resultados demuestran que las medidas sociales anunciadas por el Gobierno hace pocas semanas —bajada del IVA y restauración de la decimotercera paga de los jubilados— no ha calado como hubiera querido Tsipras. En las generales, que previsiblemente tendrán lugar el 30 de junio, se verá si el rechazo es el mismo que en estas europeas, que tradicionalmente sirven de banco de pruebas.
El mercado reacciona al alza
La reacción de los inversores al resultado electoral y al adelanto de comicios generales no se ha hecho esperar, puesto que tanto la Bolsa, especialmente los bancos, como la prima de riesgo de la deuda helena respondieron de forma muy positiva.
El rendimiento del bono heleno a 10 años alcanzó este lunes un mínimo histórico, al situarse en el 3,15%, 21 puntos básicos por debajo de la sesión anterior. El bono a cinco años descendió al 1,90%, lo que también constituye un mínimo histórico. La prima de riesgo respecto al bono alemán se situó en 325 puntos básicos, uno de los más bajos desde la firma del primer rescate en 2010. La Bolsa de Atenas, por su parte, abrió con una fuerte subida del 4,98 % con fuertes ganancias en los bancos, cuyo índice avanzó un 9,86%.
El mercado está descontando la victoria electoral de Nueva Democracia en las generales, con la esperanza de que la nueva administración apueste por una senda de reformas que potencien el crecimiento y rebajen los impuestos para atraer inversión.