Las nuevas formas de trabajo están siendo un quebradero de cabeza para la vieja legislación española y para la maraña burocrática que la soporta. Plataformas como Glovo, Deliveroo, Uber, Cabify y otras muchas tienen un modelo de contratación diferente, ya que no contratan de manera directa, sino que los trabajadores cobran en función del trabajo que realizan. En el caso de las empresas de envíos en bicicleta como Glovo, los propios trabajadores eligen su horario y los pedidos que realizan.
Por todo ello, estas nuevas formas de empleo están chocando frontalmente con la legislación española, que busca clasificarlos en autónomos o trabajadores por cuenta ajena sin contemplar una tercera vía como ya existe en Francia. Por todo ello, el cofundador de Glovo, Sacha Michaud, ha arremetido esta semana contra nuestro país. "Hay sentencias en contra y a favor, pero España es el único país donde se ha judicializado el modelo de los repartidores".
La plataforma explica que el 60% de sus repartidores no superan las 20 horas semanales trabajando y que la mayoría ni siquiera supera las 10 horas. "Nosotros ofrecemos flexibilidad", comenta el cofundador de la plataforma online, que tiene 7.000 repartidores registrados en España y más de 30.000 a nivel mundial.
Michaud cree que el problema de España se encuentra en su legislación y en la burocracia que está impidiendo la modernización del país. "No se apoya el desarrollo tecnológico y en muchos casos hay una persecución a determinadas empresas como, por ejemplo, ha ocurrido con las firmas de transporte (en referencia a Uber y Cabify). No se están asumiendo los retos y la imagen que se traslada a los inversores fuera es de que no hay apoyo", sentencia.
A pesar de todo, Glovo ve potencial en el mercado español gracias a la buena respuesta de los consumidores y a pesar de la burocracia. Por ello, han puesto en marcha dos tiendas en Madrid y abrirán una nueva en Barcelona. Estos establecimientos cuentan con productos básicos que pueden comprarse allí directamente o bien ser pedidos por internet.
La compañía tiene más de 2,5 millones de usuarios registrados y 10.000 firmas asociadas. En España está disponible en 35 ciudades y a nivel internacional está presente en 21 países. Por ello, en la última ronda de financiación ha captado 150 millones de euros para continuar con su expansión internacional.
La firma prevé cerrar este año con una facturación bruta -el importe total de las ventas realizadas a través de la plataforma- de unos 800 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 350% respecto a la cifra alcanzada al cierre del pasado ejercicio. Michaud insiste, por último, en que, aunque no se descarta la salida a bolsa, "no será a corto plazo".