Conforme se acercan las elecciones autonómicas, la izquierda madrileña intensifica sus críticas al modelo liberal instaurado en la región por el Partido Popular. Los datos confirman, no obstante, que la autonomía de la capital española es el destino predilecto de los trabajadores que se mudan de una región a otra.
Mientras dirigentes políticos como el comunista Íñigo Errejón o el socialista Ángel Gabilondo cargan contra el paradigma socioeconómico madrileño, miles de españoles votan con los pies y se trasladan a la autonomía que, desde hace décadas, gobiernan los populares. Así queda patente en las estadísticas del INE, que muestran un acusado contraste entre los territorios más poblados de nuestro país.
Empecemos por Andalucía. La región sureña perdió 1.069 habitantes en 2008, mientras que en 2009 ganó 1.780 y en 2010 captó a 1.527 residentes llegados de otras autonomías. Los números rojos fueron la norma desde 2011, cuando salieron 2.976 personas. En 2012, 2013 y 2014, el éxodo fue de 6.153, 6.627 y 5.290 individuos. Para 2015, 2016 y 2017, estos números fueron de 6.127, 10.050 y 10.834 salidas.
Cataluña también perdió población durante la última década. Las salidas a otras autonomías fueron una constante entre 2008 y 2013: 5.155 en el primer año duro de la crisis, 3.815 en 2009, 1.103 a lo largo de 2010, 1.048 durante 2011, 3.100 en 2012 y 1.455 en 2013. Desde 2014 no hay números rojos, aunque las cifras de llegadas son relativamente modestas si tenemos en cuenta el tamaño de la economía catalana: 2.720 entradas en 2014, 3.757 en 2015, 3.391 en 2016 y 3.809 en 2017.
Fijémonos ahora en Madrid. En la región de la capital de España, las salidas se limitaron a 2008, 2009 y 2010, cuando los traslados a otras autonomías fueron de 10.013, 4.179 y 985 personas, respectivamente. Desde entonces, las entradas netas fueron de 7.729 personas en 2011, 13.520 en 2012, 14.830 en 2013, 15.641 en 2014, 21.809 en 2015, 16.870 en 2016 y 16.099 en 2017.
¿Cuál es el resultado global del análisis? Entre 2008 y 2017, Andalucía perdió 45.819 habitantes debido a sus traslados a otras comunidades autónomas, mientras que Cataluña se dejó 1.999 residentes por el mismo motivo. Sin embargo, Madrid engordó sus cifras de población en 91.321 gracias a la llegada de españoles que habitaban otros territorios.