El grupo DIA cerró el primer trimestre de 2019 con 144,4 millones de euros de pérdidas, nueve veces más que en el mismo período del año anterior, con la compañía situada en una "frágil posición" y en riesgo incluso de tener que pedir el concurso de acreedores o iniciar la liquidación. En el informe de resultados de la empresa, publicado este martes, los responsables de DIA advierten de que si el proceso abierto para recuperar el equilibrio patrimonial y salir de quiebra técnica sufre algún revés –el próximo lunes 20 de mayo expira el plazo–, su situación "podría deteriorarse rápidamente".
La facturación de la cadena de supermercados cayó un 7,2% entre enero y marzo, hasta los 1.664,6 millones de euros, y su ebitda ascendió a 12,4 millones de euros, un 77,7% inferior al de hace un año. Las cifras divulgadas hoy son similares a las adelantadas por la compañía el pasado 26 de abril, cuando hizo público un avance preliminar de sus resultados en el marco de la opa lanzada sobre la misma por su principal accionista, el multimillonario ruso Mijaíl Fridman.
El plazo para aceptar su oferta, de 67 céntimos por acción, expiró ayer lunes -los resultados se conocerán en los próximos días-, aunque está garantizado que la operación saldrá adelante después de que Fridman dejase de exigir un porcentaje mínimo para ejecutar su opa. El deterioro de sus resultados en el primer trimestre también ha afectado el patrimonio neto de la entidad, en rojo desde el cierre de 2018, y que ha aumentado ahora a 174,9 millones de euros negativos.
Es precisamente este desfase patrimonial el que hace que la firma –con más de 6.000 tiendas en total– se encuentre en quiebra técnica y el que necesita reequilbirar para no verse abocado al concurso o la liquidación. Para ello, los actuales gestores de la empresa han señalado que la única alternativa sobre la mesa es la propuesta por Fridman –dueño del 29% de DIA a través de la sociedad LetterOne–, quien se ha comprometido a impulsar una ampliación de capital de 500 millones de euros que sería suficiente para revertir dicha situación.
No obstante, el inversor ruso supedita la operación al éxito de su opa, a contar con mayoría en el consejo de administración y a llegar a un acuerdo con la banca acreedora para que ésta acepte extender hasta 2023 el vencimiento de toda la deuda a largo plazo del grupo, una condición esta última que por el momento no se ha dado.
La caída de las ventas en sus supermercados es atribuida por los gestores de la firma "al impacto negativo que la incertidumbre que rodea a la situación financiera de la compañía" ha tenido en sus proveedores. Concretamente, éstos han "endurecido" sus condiciones, lo que ha provocado en la práctica "un sustancial incremento de los niveles de faltas de producto en tiendas y almacenes, lo que en última instancia se tradujo en menores ventas".
Las ventas brutas bajo enseña –resultado de la suma de lo facturado en supermercados propios y franquiciados sin descontar IVA y otros impuestos indirectos– se redujeron un 14% en el primer trimestre, hasta 2.028 millones, debido sobre todo al desplome registrado en Argentina debido casi en exclusiva al efecto divisa. Por mercados, en España la caída fue del 3,5%, hasta los 1.165 millones; en Portugal las ventas bajaron un 3,2 %, hasta los 180,8 millones; en Brasil se contrajeron un 4%, hasta los 378 millones; y en Argentina se hundieron un 45%, hasta los 303,6 millones.
Las cuentas divulgadas hoy reflejan que DIA ha disparado su gasto en asesores hasta los 16,9 millones de euros, 30 veces más que en el mismo período del año anterior, y revelan la existencia de una provisión de 38,8 millones para hacer frente a los costes asociados al Expediente de Regulación de Empleo aprobado recientemente y que afectará a 1.248 trabajadores de los 26.000 que tiene en España.