El economista y geógrafo estadounidense Charles Tiebout popularizó hace décadas la idea de que los ciudadanos de un país tienen dos formas de votar: la primera implica votar con las manos cada vez que se celebra una cita electoral, mientras que la segunda consiste en votar con los pies y trasladarse a otro territorio en busca de un mejor entorno socioeconómico.
Si analizamos el saldo de migraciones interautonómicas, podemos comprobar que miles de españoles han optado por cambiar de residencia en los últimos años. De hecho, las cifras para 2016 y 2017 apuntan que los territorios gobernados por el PSOE han perdido en términos netos a 29.891 habitantes que se han mudado a otras comunidades, mientras que las regiones controladas por el PP han vivido el proceso inverso y han ganado 18.293 residentes llegados de otras partes de España.
Los datos para 2015 no pueden incorporarse al cálculo, puesto que dicho año estuvo marcado por las elecciones autonómicas que motivaron distintos cambios en los gobiernos regionales. Tampoco tenemos cifras para 2018, de modo que la estimación debe realizarse con números de 2016 y 2017, que en cualquier caso son dos años interesantes, puesto que suponen la parte central de la legislatura y coinciden con un período de bonanza económica.
El PSOE gobernaba en 2016-2017 en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura. Además, formaba parte del Ejecutivo cántabro, en coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla. Según el INE, los resultados netos para estas comunidades fueron los siguientes:
- Andalucía vivió la salida de 20.884 personas.
- Aragón perdió 1.066 residentes en detrimento de otros territorios nacionales.
- Asturias cedió 1.731 habitantes debido a traslados interautonómicos.
- Baleares se benefició de la llegada de 8.669 personas.
- Cantabria mejoró sus datos con la entrada de 601 habitantes.
- Castilla-La Mancha perdió a 10.896 habitantes por este motivo.
- Comunidad Valencia captó 3.549 residentes de otras comunidades.
- Extremadura sufrió la salida de 8.133 personas.
Por el contrario, el PP ostentaba el poder en Castilla y León, Galicia, Comunidad de Madrid, Murcia y La Rioja. Las cifras fueron las siguientes:
- Castilla y León vivió la salida de 13.525 personas.
- Galicia perdió 1.701 residentes.
- Madrid captó a 32.969 habitantes de otros territorios nacionales.
- Murcia se benefició de la llegada de 790 personas.
- La Rioja sufrió la salida de 240 habitantes.