Las dudas sobre la sostenibilidad del boom económico que está experimentando Estados Unidos llevan tiempo encima de la mesa. No pocos analistas alertan de que el exceso de deuda y las distorsiones inducidas por la política monetaria pueden terminar llevando al gigante norteamericano a una crisis.
Sin embargo, los economistas de la Casa Blanca suscriben una interpretación muy distinta, como puso de manifiesto el informe anual para 2018 que elabora el Consejo de Asesores Económicos de la presidencia. Dicho organismo, presidido por Kevin Hassett, sostiene que el patrón de crecimiento observado en los dos últimos años puede mantenerse en pie durante años, más allá de correcciones menores y puntuales.
El pasado mes de febrero se encendieron algunas alarmas cuando las cifras de creación de empleo arrojaron una expansión mucho menor de la esperada, en el entorno de los 33.000 nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, los nervios que desató la divulgación de dicha estadística contrastan con la euforia que ha despertado la publicación del boletín de empleo correspondiente a marzo.
Durante el tercer mes del año, la economía estadounidense creó 196.000 nuevos puestos de trabajo, reduciendo el desempleo al 3,8%. Esta tónica tan favorable siguió en pie en abril de 2019, cuando el paro bajó al 3,6% y se crearon 263.000 empleos, muy por encima de los 181.000 que esperaban los paneles de expertos.
Adiós al estancamiento salarial
Esta tendencia ha hecho que se aceleren los sueldos, que ahora crecen en niveles del 3,5%. Cabe recordar que la evolución de los salarios estuvo estancada en el entorno del 1-1,5% durante buena parte de la era Obama. Por tanto, las tasas que se están barajando en la Era Trump sorprenden muy favorablemente a los analistas. Ahora mismo, el asalariado promedio gana cerca de 28 dólares por hora trabajada.
Resulta curioso comprobar que la industria sanitaria, lejos de resentirse por las medidas desregulatorias que ha tomado Trump, está generando parte importante del nuevo empleo creado en el país del Tío Sam, hasta el punto de que ha creado 400.000 nuevos puestos de trabajo durante el último año.
También está aumentando el empleo en la restauración, las finanzas o la construcción, aunque se enfría en la industria. Las pymes se mueven en cifras de creación de empleo especialmente elevadas.
Menos beneficiarios de la prestación por desempleo
Resulta curioso ver que el número de beneficiarios de la prestación por desempleo ha caído a 202.000, lo que supone 16.000 personas menos de las esperadas por los analistas de referencia. Se alcanza, pues, un mínimo histórico que no se daba desde 1969.
El dato tiene especial trascendencia, porque la población de hace cincuenta años era mucho menor. Así, en 1969 había 202,7 millones de habitantes en Estados Unidos, mientras que hoy hay 327,2 millones de personas viviendo en la nación gobernada por el republicano Donald Trump.