Hace ahora cinco años, coincidiendo con el nuevo mandato de la Comisión Europea, el presidente del organismo y ex primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, anunció que lanzaría una agenda orientada a mejorar el entorno regulatorio y reducir la carga normativa producida por las instituciones de Bruselas.
Ahora que la legislatura comunitaria toca a su fin, algunos analistas han repasado el bagaje legislativo de la Era Juncker, con ánimo de aclarar hasta qué punto se han cumplido las promesas realizadas por el dirigente popular y por la oficina de su vicepresidente, Frans Timmermans, que recibió el encargo de coordinar la estrategia.
Hay que recordar que, en los primeros compases de la UE, Timmermans protagonizó varios enfrentamientos con Miguel Arias Cañete, exministro español de Agricultura que ahora gestiona las competencias de Energía en la Comisión Europea. De las 64 propuestas legislativas realizadas por quien fuera el número 1 del PP en las últimas Elecciones al Parlamento comunitario, Timmermans solo aceptó 62.
Desde ese momento, el número 2 de Juncker se ganó el sobrenombre de "Doctor No". Sin embargo, cuando analizamos el conjunto de la legislatura, las cifras de producción normativa no arrojan un descenso tan acusado. Y es que, según datos divulgados por el diario The Conservative, la Comisión ha generado 370 propuestas legislativas entre 2015 y 2018, una cifra a la que habrá que sumar el saldo final del primer cuatrimestre de 2019.
Entre 2005 y 2009, el primer mandato de José Manuel Barroso se cerró con un total de 431 propuestas legislativas. De 2010 a 2014, el segundo mandato del político luso concluyó con casi 500 acciones normativas. Por tanto, las cifras certifican que Juncker aprueba menos normas que sus antecesores, pero sigue moviéndose en números relativamente abultados.
