Pedro Sánchez prepara otro golpe a los conductores. Con la excusa de luchar contra la contaminación en las grandes ciudades, el Gobierno socialista tiene sobre la mesa un plan para subir el Impuesto de Tracción Mecánica (el conocido como numerito) y el Impuesto de Matriculación a los coches de combustión, según ha publicado El Economista.
Respecto al Impuesto de Matriculación (IEDMT), el Gobierno quiere actualizar los tramos de emisiones en los que se basa el tributo para adelantar la paridad del precio del vehículo eléctrico con el térmico (tradicionales), lo que implicaría una subida de estos últimos.
En lo que respecta a la reforma del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, que es recaudado por los ayuntamientos, el Gobierno quiere reorientarlo hacia un gravamen relacionado con la emisión de contaminantes penalizando a los vehículos más antiguos.
Entre sus planes, también está impulsar el uso del vehículo eléctrico desde varios ministerios, que están preparando un abanico de medidas regulatorias centradas en reducir el uso del vehículo privado en entornos urbanos un 35% hasta el año 2030 y de los tráficos interurbanos, en un 1,5% anual.
Entre otras medidas, el Gobierno impulsará el teletrabajo, el vehículo compartido y el uso de medios no motorizados (andar, bicicleta).