Tanto la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al primer trimestre, como los datos de afiliación del pasado mes de abril certifican la buena marcha del mercado laboral, aunque se ha registrado una cierta desaceleración en el ritmo de creación de empleo en los últimos meses. El problema, sin embargo, es que, a pesar de que la economía española acumula más de cinco años de crecimiento, todavía está lejos de alcanzar el nivel de ocupación previo a la crisis, especialmente en el sector privado, que ha sido el más castigado, de lejos, en comparación con el público.
España contaba con un total de 19,47 millones de ocupados al cierre del primer trimestre, el mayor nivel desde finales de 2008, según la EPA, pero aún restaría crear cerca de 1,1 millones de puestos de trabajo para recuperar el nivel de empleo existente a mediados de 2007, poco antes de comenzar la crisis financiera internacional con el estallido de las hipotecas subprime en EEUU.
Ahora bien, el panorama cambia mucho en función del sector que se trate. Así, mientras que el empleo público superaba los 3,2 millones de efectivos el pasado marzo, unos 280.000 más que en el segundo trimestre de 2007, el sector privado empleaba a 16,26 millones de personas -sumando asalariados y autónomos-, casi 1,4 millones menos que antes del inicio de la crisis.
De hecho, al sector público apenas le restarían unos 93.000 trabajadores para alcanzar el récord histórico de 3,3 millones registrado en el tercer trimestre de 2011. El empleo público se disparó en 375.000 personas entre mediados de 2007 y finales de 2011, a pesar de la recesión. Posteriormente, en poco más de dos años, hasta el cierre de 2013, bajó en casi 400.000 efectivos, hasta rozar los 2,9 millones. Pero, a partir de entonces, volvió a crecer, hasta recuperar los 3,2 millones actuales. Como consecuencia, hoy por hoy, las Administraciones cuentan con un 9,6% más de empleados que antes de la crisis.
El sector privado, por el contrario, si bien ha recuperado casi 2,3 millones de empleos desde el peor momento de la crisis a nivel laboral, a principios de 2014, una cifra equivalente al 62% del empleo privado destruido, aún le faltan 1,4 millones para recuperar el nivel previo al estallido de la burbuja crediticia. Como resultado, el volumen de ocupados en el sector privado es hoy un 8% inferior al existente a mediados de 2007.