Las elecciones generales abren un nuevo tiempo político en España, pero los viejos problemas de indisciplina fiscal siguen encima de la mesa y, de hecho, se agravan precisamente ahora que se acerca una nueva ronda electoral. Una vez más, el problema se concentra en las comunidades autónomas, cuyos gastos se sitúan muy por encima de lo permitido.
Según los datos que ha divulgado el ministerio de Hacienda, el gasto público se disparó en Cataluña un 17,5% durante el año 2018. Igualmente acusado fue el aumento de los desembolsos observado en Comunidad Valenciana, donde se produjo un repunte del 11,3%. También Baleares se situó en tasas de doble dígito, con un aumento del gasto del 10,6%.
El objetivo fijado por la Regla de Gasto aspiraba a limitar el aumento de gasto de las autonomías a un 2,4%. Sin embargo, apenas tres regiones se situaron dentro de este escenario: Castilla y León, con un aumento del 2,3%; Comunidad de Madrid, con un crecimiento del 1,5%; y Galicia, con una reducción del gasto del 5,7%.
El buen comportamiento de la autonomía que gobierna el popular Núñez Feijóo no es ninguna novedad. En los tres últimos años, las sucesivas convocatorias electorales no han evitado que la Xunta respete los objetivos presupuestarios pactados con el gobierno central. En 2016, Feijóo afirmó que su comunidad se ha convertido en el territorio "de referencia en materia de estabilidad presupuestaria". Un año después, en 2017, la deuda autonómica se redujo por primera vez desde el comienzo de la crisis. El pasado curso, la Administración Feijóo logró un superávit que está siendo evaluado por Hacienda y que se moverá finalmente en una horquilla que va de 105 a 125 millones de euros. Frente a un promedio regional del 24% del PIB, la deuda autonómica gallega es del 18%.
Madrid y Castilla y León también han tenido un comportamiento favorable. De nuevo, hablamos de regiones gobernadas por el PP que han venido registrando buenos resultados en materia de estabilidad presupuestaria. El peso de la deuda en Madrid es del 15% del PIB, mientras que en Castilla y León ronda el 21% del PIB, lo que supone, respectivamente, nueve y tres puntos porcentuales menos que el conjunto de las autonomías.
El despilfarro observado en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares es muy acusado, pero también son preocupantes las cifras de otras comunidades. En Aragón, la subida del gasto fue del 9,3%, mientras que en La Rioja se dio un aumento del 9,2%. Extremadura y Canarias subieron sus desembolsos un 8,4%, mientras que Murcia los aumentó un 8,3%.
También registraron fuertes incumplimientos de la Regla de Gasto las cuentas de Castilla-La Mancha (7,1%), País Vasco (6,1%), Cantabria (5,7%), Andalucía (4,7%), Asturias (4,3%) y Navarra (4,1%). De manera que catorce de los diecisiete territorios autonómicos cayeron en una situación de incumplimiento de la Regla de Gasto.