Como cada 1 de Mayo, los sindicatos mayoritarios salen a la calle para conmemorar el Día del Trabajador y presentar sus reivindicaciones en manifestaciones, mítines y actos públicos. El cariz izquierdista de la jornada viene reforzado por los vínculos políticos de nuestras principales centrales, puesto que UGT y CCOO tienen fuertes lazos con el socialismo y el comunismo.
La situación es distinta en otros países europeos. En Suecia, por ejemplo, los sondeos de la OCDE apuntan que el 66% de los trabajadores está afiliado a un sindicato. En el Reino escandinavo, las centrales no esconden sus simpatías políticas, pero ponen por delante su obligación de cumplir un rol efectivo como agentes encargados de representar a los trabajadores.
Por otro lado, el mercado laboral está menos regulado que en España, lo que favorece la búsqueda de intermediarios por parte de los trabajadores, creando un ecosistema de relaciones laborales menos centralizado y más adaptado a la realidad de cada sector económico, cada empresa y cada trabajador.
¿Cómo están los sindicatos en nuestro país? En España, el porcentaje de españoles que decía estar afiliado a un sindicato en 2008 era del 17,1%. Así se desprende de cálculos oficiales comunicados por el gobierno de España al servicio estadístico de la OCDE. Sin embargo, estos números han bajado de forma progresiva, cayendo al 13,9% en 2015, último año con datos disponibles.
Los sindicatos españoles consiguen un resultado relativamente bajo en el ranking que mide la afiliación en la OCDE. En Italia, la tasa observada por las autoridades es del 36,1%. En Reino Unido y Estados Unidos, el promedio se mueve entre el 23% y el 24%. Francia tiene tasas más bajas, en el entorno del 8%, mientras que Alemania está en cotas cercanas al 17%.
Pese a la reforma laboral, la incidencia de las negociaciones colectivas sigue siendo mucho mayor en España que en el resto del mundo desarrollado. El promedio de la OCDE es del 33,2%, mientras que los acuerdos sectoriales entre patronal y sindicatos atan, en su conjunto, al 73,1% de los asalariados. Este porcentaje rondaba el 80% antes de la reforma laboral de 2012, de modo que el repliegue ha sido moderado.
UGT, CCOO y CSIF, los más grandes
Según datos ofrecidos por los propios sindicatos en 2018, la central de trabajadores más grande de nuestro país es UGT, con 1,2 millones de socios. CCOO cuenta con 920.870 afiliados, mientras que CSIF figura en el tercer puesto, con 192.655 adherentes. USO completa el póker sindical, con un total de 117.148 miembros.