El déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales y la ayuda financiera, aumentó un 14,8% en los dos primeros meses del año, hasta los 11.908 millones de euros, lo que equivale al 0,95% del PIB, por encima del 0,86% del mismo periodo del año anterior.
Mientras, el déficit del Estado en el primer trimestre también se elevó notablemente al crecer un 57,5% en términos absolutos, hasta los 6.754 millones de euros, equivalentes al 0,54% del PIB, por encima del 0,35% del PIB registrado en el mismo periodo del año pasado pero inferior al 0,96% registrado el mes anterior, según los datos de ejecución presupuestaria publicados este martes por el Ministerio de Hacienda.
El aumento del déficit del Estado en el primer trimestre se debe fundamentalmente al crecimiento de los ingresos no financieros del 1,1%, hasta los 46.049 millones, frente al incremento de los gastos un 6%, hasta los 52.803 millones.
Hacienda señala que hay que tener en cuenta que en estos primeros meses del ejercicio se recogen una serie de gastos que no tienen su equivalencia en el primer trimestre de 2018, como la subida de la remuneración de asalariados y de las pensiones, cuya revalorización computó más tarde el año pasado.
De su lado, la cifra de déficit público de 11.908 millones (+14,8%), excluye el saldo neto de las ayudas a instituciones financieras y equivale al 0,95% del PIB, por encima del 0,86% del año pasado.
Si se incluye en ambos periodos el saldo negativo de la ayuda a las instituciones financieras, el déficit se mantiene en el 0,95% del PIB en febrero de 2019.
En el desglose de los datos del déficit público, la Administración Central alcanzó un déficit de 12.506 millones en los dos primeros meses del año, el 1% del PIB, lo que supone un incremento de 0,08 puntos porcentuales.
El déficit de las CCAA
A su vez, las comunidades autónomas redujeron su déficit en los dos primeros meses del año un 72,4%, hasta los 17 millones de euros, equivalentes al 0,01% del PIB, por debajo del 0,05% de 2018. Esta evolución responde fundamentalmente al incremento de los ingresos impositivos en un 8,1%, frente al alza del gasto no financiero, que aumenta un 5%.
En detalle, las seis regiones que presentaron superávits fueron Aragón (+0,39%), Asturias (+0,29%), Navarra (+0,9%), La Rioja (+0,07%), Comunidad Valenciana (+0,15%) y País Vasco (+0,31%). Por el contrario, registraron déficit las demás regiones: Andalucía (-0,02%), Baleares (-0,24%), Canarias (-0,27%), Cantabria (-0,06%), Castilla-La Mancha (-0,12%), Castilla y León (-0,12%), Cataluña (-0,12%), Extremadura (-0,35%, Comunidad de Madrid (-0,12%) y Murcia (-0,26%).
De su lado, los fondos de la Seguridad Social presentaron un superávit de 773 millones de euros hasta febrero, frente al saldo positivo de 1.385 millones del ejercicio anterior. Dentro del subsector, el sistema de Seguridad Social registró un superávit de 241 millones (0,02% del PIB), lo que supone una reducción interanual del 0,07%.
Los ingresos bajan
En cuanto al déficit del Estado, en este caso hasta el mes de marzo, se situó en 6.754 millones de euros, un 57,5% más, equivalente al 0,54% del PIB, 0,19 puntos porcentuales más a nivel interanual. Los ingresos en términos de caja bajaron un 0,8%, en tanto que los gastos disminuyeron un 0,5%.
En el primer trimestre la recaudación total en términos de caja bajó un 0,8%, hasta los 49.048 millones de euros, de los que 22.448 millones corresponden a las administraciones territoriales por su participación en los impuestos estatales (entregas a cuenta), y 26.600 millones son ingresos para el Estado, que caen un 6,5%.
Dentro de los ingresos, los referidos a impuestos directos y cotizaciones sociales alcanzaron una cifra de 17.645 millones, un 3,8% más que la obtenida en el mismo periodo del año anterior, debido fundamentalmente al aumento del 3,1% del IRPF, hasta 21.944 millones.
El Impuesto sobre Sociedades ha pasado de un importe negativo de 4.332 millones a otro también negativo de 5.119 millones, 778 millones más, debido al aumento de las devoluciones realizadas en un 10,6%. El IRPF registra un aumento de un 3,1%, con unos ingresos de 21.944 millones, debido, principalmente, a la evolución de las retenciones del trabajo que han crecido un 6,1% hasta alcanzar los 20.315 millones, a pesar del impacto de la reducción por rendimientos del trabajo desde el mes de julio del año anterior.
Por su parte, los ingresos totales por impuestos indirectos ascendieron entre enero y marzo a 25.543 millones, un 1,5% más que en el mismo periodo del año pasado.
La recaudación neta del IVA en términos homogéneos, es decir corregida del impacto del SII y del distinto ritmo de realización de las devoluciones en ambos años, se incrementó un 3,1%, hasta los 20.607 millones.
A su vez, la recaudación por impuestos especiales se elevó un 6,4%, hasta 4.946 millones, por el alza en labores del Tabaco (+7,4%), hidrocarburos (+7,8%) y electricidad (+5%), frente al retroceso de alcohol y bebidas derivadas (-5%) y carbón (-10%).
Los gastos bajan
Por el lado de los gastos, los pagos no financieros efectuados por el Estado a cierre de marzo se situaron en 35.776 millones, un 0,5% menos que en el mismo período de 2018.
Los gastos de personal aumentaron un 5,5%, hasta 3.728 millones; los gastos corrientes en bienes y servicios subieron a 736 millones (+43,8%), y las transferencias corrientes se elevaron un 3%, hasta 22.718 millones.
En cambio, las transferencias de capital se redujeron un 9,1%, hasta 1.498 millones, y las inversiones reales disminuyeron un 7,7%, hasta 786 millones. Dentro de estas, creció un 6,8% la inversión del Ministerio de Defensa, hasta 345 millones, y retrocedió un 16,6% la inversión civil, con una merma del 14,1% en el gasto del Ministerio de Fomento.