La economía española repunta. El PIB registró un crecimiento del 0,7% en el primer trimestre, una décima más que en el cuarto, según el avance trimestral de la Contabilidad Nacional publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del mayor avance desde finales de 2017 y supera en una décima la previsión realizada por el Banco de España.
Este crecimiento se debe, principalmente, a la inversión, que pasó de una tasa negativa del 0,2% en el último cuarto de 2018 a mostrar un aumento del 1,5% entre enero y marzo, representando así casi la mitad del aumento del PIB.
El consumo de los hogares, por su parte, frenó una décima su crecimiento trimestral, desde el 0,4% al 0,3%. Al mismo tiempo, el gasto público mantuvo su crecimiento en el 0,4%, mientras que el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro avanzó siete décimas, en contraste con el estancamiento observado en el último trimestre de 2018.
Por el contrario, tanto las exportaciones como las importaciones presentaron tasas negativas, del 0,5% en el primer caso y del 1,1% en el segundo. Esta evolución contrasta con las tasas positivas registradas en el trimestre anterior (en el último trimestre de 2018 las exportaciones aumentaron un 0,7% y las importaciones no experimentaron variación).
Asimismo, el PIB interanual repuntó una décima, hasta el 2,4%, acumulando 21 trimestres consecutivos de tasas positivas. La demanda nacional contribuyó con 2,2 puntos al crecimiento, tres décimas menos que en el último cuarto de 2018, pero se vio compensada por la demanda externa, que volvió a tasas positivas y aportó dos décimas, en contraste con las dos décimas que restó en el último trimestre del año pasado.
Otro dato a destacar es que la economía de la zona euro creció 0,4% en los tres primeros meses del año, duplicando así el ritmo de expansión del 0,2% registrado en el cuarto trimestre de 2018, según la estimación preliminar del dato publicada por Eurostat. A nivel interanual, el PIB de la eurozona creció un 1,2%, sin cambios respecto del trimestre precedente. Así pues, España sigue creciendo por encima de la media de la zona euro.
Tendencia a la baja
Sin embargo, tras este repunte, cabe preguntarse si se trata de algo puntual o un cambio de tendencia. Si se amplía la perspectiva y se echa la vista atrás, se observa que la inversión es lo único que repunta tanto a nivel trimestral como interanual con respecto a principios de 2018. El consumo de los hogares se ha reducido a la mitad, mientras que el avance del gasto público se mantiene prácticamente intacto y tanto las exportaciones como las importaciones registran tasas negativas.
Y algunos de los indicadores adelantados de actividad que maneja el Ministerio de Economía, como el sentimiento económico, la confianza industrial o la confianza del consumidor han intensificado sus descensos en el mes de abril, lo cual, si nada cambia, avanzaría una nueva desaceleración en el segundo trimestre.