"Con Sánchez, no". Con las elecciones generales a las puertas, la ejecutiva de Ciudadanos proclamó que el partido que lidera Albert Rivera no está dispuesto a negociar una investidura del líder del PSOE. Pese al fallido pacto de investidura que negociaron ambos partidos en el primer semestre de 2016, las relaciones entre socialistas y moderados se han deteriorado notablemente a raíz del golpe separatista en Cataluña.
"Con Rivera, no". Ese era el grito que retumbaba anoche en la calle Ferraz. Durante toda la campaña electoral, Pedro Sánchez había lamentado el cordón sanitario que le habían anunciado los moderados. Sin embargo, ahora que el PSOE tiene 123 escaños en el Congreso de los Diputados y una holgada mayoría en el Senado, la militancia apuesta por evitar un entendimiento con los naranjas y explorar una alianza con Podemos y separatistas.
De momento, Pedro Sánchez ha comunicado a los suyos que intentará "un gobierno de izquierdas, sin cordones sanitarios y con respeto a la Constitución". Por su parte, Albert Rivera es consciente de que Cs ha superado al PP en cinco comunidades autónomas, incluyendo la región de Madrid, de modo que los naranjas parecen estar más interesados en proyectarse como el partido de referencia del centro-derecha.
En cualquier caso, la aritmética parlamentaria es la que es y la posibilidad de un acuerdo PSOE-Cs vuelve a estar en el aire. Esta situación nos devuelve al escenario que dejaron las elecciones generales de diciembre de 2015, cuando socialistas y moderados firmaron un acuerdo de investidura con más de doscientas medidas que no obtuvo el respaldo de las Cortes.
En clave económica, dicho acuerdo se volcaba en los siguientes puntos:
- Armonización del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
- Estudio de un posible impuesto extraordinario a los ciudadanos de mayor patrimonio y refuerzo de la vigilancia fiscal de dicho colectivo.
- Reducción del IVA cultural.
- Reforma de los impuestos especiales, con la mirada puesta en la promoción de una fiscalidad "verde".
- Plan de lucha contra el fraude.
- Nuevo marco laboral con dos tipos de contratos.
- Diseño de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
- Aumento progresivo del Salario Mínimo Interprofesional.
- Extensión del régimen de tarifa plana para autónomos.
- Ampliación de los permisos de maternidad y paternidad.
- Financiación de las pensiones con impuestos.
Algunas de estas medidas carecerían de sentido en el actual contexto económico. Por ejemplo, el IVA cultural ya ha bajado del 21% al 10% y el salario mínimo viene de subir un 22%. No obstante, hay otros puntos que podrían servir como base para una negociación entre ambas formaciones… Siempre y cuando unos y otros opten por abandonar el "no es no" y busquen un pacto de legislatura que evite entregar las decisiones de poder a los partidos separatistas.